Brindan atención médica a migrantes a los que están en los albergues y un programa basado en nutrición

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

El UNICEF en alianza con Adra y CADENA, ha brindado atención a unos 4,000 niños migrantes en un conjunto de proyectos integrales. – Foto: Sergio García

En el sureño estado de Chiapas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en alianza con Adra y el Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales (CADENA), ha brindado atención a unos 4,000 niños migrantes en un conjunto con proyectos integrales.
Estos grupos brindan atención médica a migrantes, a los que están en los albergues y un programa basado en nutrición, dotan de agua limpia, entrega de kits de higiene, y lavado de manos a menores en su tránsito para cruzar México en compañía de sus padres.
Isabel Velasco Luna, jefa de la Unicef en Chiapas, indicó que desde el año pasado, han brindado 17,500 atenciones a niños con desnutrición. En esta Frontera Sur, de unos 20 niños que llegan, dos vienen con algún nivel de desnutrición.
En Tapachula, se atienden a niños mexicanos y de cualquier parte del mundo que tengan algún grado de desnutrición y se les brinda su tratamiento.
A estos módulos, asistió este viernes Martha González, una migrante hondureña, quien viaja con 6 personas, su esposo, su hija y 4 menores niños, quienes han salido por los problemas de violencia y la inseguridad.
“Aquí nos hacen saber que vivimos y tenemos como seguir para adelante y ahora, pues estamos buscando una nueva vida y siendo atendidos en México”
González, contó que enfermarse, representa un verdadero viacrucis, porque somos personas migrantes y lo más preocupante son los menores, por lo que tienen que arañarse, de donde sea para conseguir los medicamentos.
A la Frontera Sur de México, llegan miles de migrantes acompañados de sus hijos, quienes ahora enfrentan el drama de poder conseguir medicamentos, si algún familiar se enferma, pero con la presencia de las organizaciones como UNICEF, ADRA y CADENA, han visto un gran alivio y fortaleza para poder atender a la niñez migrante.
En este municipio fronterizo, uno de los retos que enfrenta el personal de la UNICEF, son el idioma, un esquema incompleto de vacunas y la presencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales.
Marcelino Urbina, es de Honduras, quien tiene 37 años, salió de su país por problemas de política y la falta de empleo, con una sobrina y dos niños, quienes han logrado llegar a Tapachula para buscar y asilo.
Para la familia de Urbina, han logrado encontrar la ayuda con las organizaciones gubernamentales, donde les han brindado kit de limpieza, despensa, medicamentos y atención médica.
“Somos conscientes que somos migrantes, y ellos (organizaciones no gubernamentales), no tienen una obligación con nosotros, pero lo han hecho, aunque no alcanza para todos en la espera de una oportunidad de poder trabajar en México”.
Urbina, no tiene la idea de migrar a los Estados Unidos como lo hacen miles de personas, ya que aseguró que si en México, le otorgan papeles y puede trabajar, se quedará en territorio nacional en alguna entidad del Norte
En Tapachula, se tiene un especial interés por la niñez, en movilidad, por las condiciones que llegan y desafortunadamente esto es constante a pesar de que las autoridades brindan todos los servicios y están a su máxima capacidad
“Creemos que están rebasados y por eso, es que nosotros trabajamos de la mano del gobierno para fortalecer lo que ellos dan”, agregó, Velasco Luna.
Los niños migrantes se concentran principalmente a las afueras de las oficinas de trámites como es el Instituto Nacional de Migración (INM), la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), el ACNUR, centros de salud, el parque central Miguel Hidalgo, los albergues, municipios fronterizos y colonias de la ciudad