Luis Rey García Villagrán, aseguró que se cuenta con más de 100 mil personas varadas de distintos países
Sergio García CORRESPONSAL/NOTICIAS

La llegada de miles de migrantes de diversas nacionalidades a Tapachula, ha dejado a personas que tengan que dormir y vivir en la vía pública, porque los hoteles, casas en renta y vecindades no tienen capacidad para albergar a tantas personas que buscan cruzar México para llegar a los Estados Unidos.
Ana Rosa Serrato Fortín, lleva un mes y 11 días durmiendo en la vía pública junto a un grupo de hombres y niños, que no cuentan con la capacidad económica para poder pagar una casa en renta, porque la mayoría de los inmuebles están ocupados o han incrementado su costo de la renta por la presencia de personas.
Esta centroamericana, huyo de Tegucigalpa, Honduras el pasado 25 de julio, con su hija, porque la amenazaron los “mareros”, y llego a Tapachula para salvar la vida de su hija quien duerme junto a otros migrantes en situación de calle.
“Pues, nos dicen que tenemos que esperar hasta que salga el número, la cita para después esperar otra vez para ir a COMAR y después ir a migración que saber cuánto tiempo más, el objetivo es ir a sacar una visa para atravesar México, donde más hay trabajo porque aquí hemos buscado, pero nos dicen que los centroamericanos no tenemos permiso para trabajar nos dicen la gente”
El director del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, vía telefónica, aseguró que, en Tapachula, se cuenta con más de 100 mil personas varadas de distintos países.
El Padre César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana en la Diócesis, estimó que hay unos 90 mil migrantes, ya que el tema de la migración es un se ha vuelto complejo más el flujo migratorio y el éxodo de las migraciones viene a un porcentaje alto.
“Son incontables, albergues sobrepoblados por parte de los hermanos migrantes a esta frontera, a pesar de ser porosa, sigue el fenómeno migratorio muchos están encajonados en Tapachula, pero también como esta misma migración esta haciendo que muchos de ellos sigan caminando por el Soconusco”.
Miguel Reyes del Pino, empresario hotelero en esta ciudad informó que esta migración, ocurre porque se dan oleadas fuertes de migrantes, no es como las caravanas que se veían antes, pero es un pase hormiga y acumula muchas personas.
“ Varia por oleadas y por temporadas porque hay gente que viene de la exrepública soviética, Uzbekistán, Georgia, Ucrania, África, Asia, China, Filipinas, Indonesia, India, Sir Lanka, incluso hemos visto que ha venido de Emiratos Árabes, si hay una cantidad de personas de Latinoamérica, sino otros destinos más lejanos que a veces uno pienso porque ha habido turcos, sirios ahora por los problemas de terremotos que han tenido, de medio oriente hay una variedad de personas que se están moviendo con la esperanza de poder llegar a Estados Unidos”.
Santos Hernández, es otro migrante hondureño que tiene una casa de campaña a unos 100 metros de la COMAR, donde duerme con su hijo de unos siete años desde hace unos 15 días, quien pidió al gobierno mexicano que los ayudan agilizar sus trámites para no permanecer en estas condiciones que son complicadas para él y su hijo.
“Los hoteles están demasiado caros, no andamos en esas condiciones para pagar un cuarto o mucho menos una casa, se han elevado demasiado, puede ser que se hallan elevado por la llegada de muchos migrantes”.
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La llegada de miles de migrantes de diversas nacionalidades a Tapachula, ha dejado a personas que tengan que dormir y vivir en la vía pública.
FOTO: Sergio García