No tienen confianza de decir, de qué país vienen o si tienen VIH, por lo que se enfrentan al rechazo de servicios con el solo hecho de tener alguna enfermedad
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Activistas de Una Mano Amiga en la Lucha Contra el Sida y migrantes de la comunidad LGBTTI denunciaron que durante su travesía los miembros de la comunidad se enfrentan a la violencia, el estigma, discriminación y el acoso de los mexicanos.
El presidente de Una Mano Amiga en la Lucha Contra el Sida, Rossemberg López Samayoa, aseguró que durante su tránsito vienen en situación de vulnerabilidad, además de que no tienen confianza de decir, de qué país vienen o si tienen VIH, por lo que algunos migrantes se enfrentan al rechazo de servicios con el solo hecho de tener alguna enfermedad.
Ulises Bonilla, es un migrante de El Salvador, quien trabaja en un bar en el centro de Tapachula, quien denunció que se enfrentan a la discriminación, homofobia, peligros como violaciones y secuestro.
Este joven migrante centroamericano de 20 años, dijo que en cuanto al tema de salud, han recibido la atención médica a través de organizaciones no gubernamentales y las instituciones de salud nacionales.
“Trabajo si nos cuesta más, sino tenemos una visa o residencia, no podemos trabajar, solo un programa que nos está orientando para salir adelante, de lo contrario somos cesados por las empresas o nos rechazan”
López Samayoa, recordó que el año pasado atendieron alrededor de 4,600 personas y de ese porcentaje el 54 % fue población LGBTTI, es decir, hombres y mujeres homosexuales, lesbianas, mujeres trans, bisexuales y personas identificadas como pansexuales u otro tipo de identidades.
“La mayoría de las personas que atendemos nosotros son las que tienen el objetivo de seguir transitando, pero se han quedado aquí por las cuestiones migratorias que tienen que cumplir para obtener un documento de tránsito, pero si nos preguntas de esas personas, el flujo de personas que vienen a solicitar es con mucho movimiento, ahora es muy constante pero generalmente ahora los cubanos, hondureños se quedan hasta 6 meses a partir de la nueva política migratoria”.
Gerson David, es un migrante de la comunidad LGBTTI, originario de Honduras, señaló que en su país la discriminación es algo frontal, porque no pueden ver a dos personas agarradas de la mano porque al día siguiente amanecen en una bolsa de plástico en las cañeras muertos, porque se da mucha homofobia y no es tanto por las personas, sino por la familia es algo generalizado.
“Lo más triste es pasar la frontera entre Guatemala y México, ahí nos roban, asaltan, nos engañan, hay grupos armados con machetes, pistolas y pasamos situaciones complicadas a la hora de pasar la balsa que nos van a cobrar 50 quetzales y a la hora de llegada nos quitan la ropa, los zapatos y el dinero que andamos”
Destacó que el único problema para que los atiendan es que son migrantes, no tanto por ser parte de la comunidad LGBTTI, ya que México apoya a muchos a estos grupos vulnerables, porque es un país muy abierto, donde todas las instituciones gubernamentales y no gubernamentales ayudan a todos
López Samayoa, remarcó que dentro de la política pública, México tiene la obligación de realizar campañas de prevención y atención al tema de VIH e ITS por temas de prevención y obligatoriedad porque es un tema de salud pública y que en México al ser una epidemia concentrada porque las personas que tiene mayor riesgo de adquirir VIH son la población LGBTTI, los usuarios de inyectables, personas privadas de la libertad y personas en movilidad.
PIE DE FOTO:
migrantes de la comunidad LGBTTI denunciaron que se enfrentan a la violencia, el estigma, discriminación y el acoso de los mexicanos.
Foto: Sergio García