Más de 20 estudiantes aseguran haber sido obligados a firmar una «carta compromiso» que amenaza con la expulsión o la pérdida de becas si no se cumplen condiciones no estipuladas formalmente

María Moreno CORRESPONSAL / NOTICIAS

Ocosingo.- La Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) de Ocosingo, se encuentra bajo fuertes acusaciones de prácticas autoritarias y coacción, tras las denuncias de más de 20 estudiantes que aseguran haber sido obligados a firmar una «carta compromiso» que no figura en el reglamento oficial de la universidad. Este documento, presentado bajo presión, amenaza con la expulsión o la pérdida de becas del programa Bienestar Benito Juárez si no se cumplen condiciones no estipuladas formalmente.
Los estudiantes reportan que, aunque la carta debería haber sido completamente voluntaria, se les presentó como un requisito obligatorio, bajo la amenaza de consecuencias inmediatas. Según los testimonios, aquellos que no firmaban se enfrentaban a la expulsión de la universidad o a la pérdida de su beca, lo que afectaría de manera grave su situación económica y académica. «Nos obligaron a firmar un documento que no tiene ningún fundamento en el reglamento, y si no lo hacíamos, nos decían que perderíamos la beca y hasta la oportunidad de estudiar aquí. Nos sentíamos atrapados, no había otra opción», relató un estudiante afectado, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Este tipo de prácticas ha causado preocupación en la comunidad estudiantil, especialmente debido a que las autoridades académicas de la sede de Ocosingo, encabezadas por Cuitláhuac Tlakayaotzin y miembros de la Comisión Académica como los docentes Lic. Marisa Rodríguez, Lic. Janeth Jonapá, Gustavo López y Aníbal, estarían imponiendo condiciones arbitrarias sin respaldo en las normativas institucionales.
El reglamento de la UBBJG establece que las quejas deben ser recibidas por escrito y atendidas conforme a la gravedad del asunto. Sin embargo, los estudiantes han señalado que se les niega la posibilidad de presentar quejas formales, lo que vulnera su derecho a defenderse y a exigir el cumplimiento de las reglas. De acuerdo con el artículo 41 del reglamento, las autoridades deben evitar prácticas autoritarias y represivas, pero según los testimonios, estas directrices no están siendo respetadas en Ocosingo.
Uno de los casos más preocupantes involucra a una estudiante embarazada, quien, a pesar de presentar pruebas médicas que justifican su ausencia por razones de salud, no pudo reinscribirse debido a las faltas a clases presenciales. A pesar de sus esfuerzos por cumplir con los requisitos académicos, la estudiante fue obligada a firmar un documento en el que presuntamente renunciaba a sus estudios. Esta práctica, además de contravenir el reglamento de la universidad, refleja una grave falta de empatía y respeto por las situaciones personales de los estudiantes.
Otro caso similar es el de un alumno de séptimo ciclo, quien acudió a la sede con la esperanza de presentar un examen extraordinario para regularizarse tras haber reprobado dos materias. Sin embargo, al llegar a la sede, le informaron que en realidad había reprobado tres materias, lo que implicaba su baja definitiva de la universidad. Bajo presión psicológica, el estudiante fue obligado a firmar un documento en el que aceptaba su baja, sin que existiera una decisión formal ni un proceso justo de evaluación. “Hablan de baja automática, pero te hacen firmar un documento bajo presión, como si fuera una decisión tomada por ti”, expresó el alumno, quien también prefirió no ser identificado por miedo a represalias.
Ambos estudiantes fueron forzados a firmar documentos que implican su baja definitiva de la universidad, bajo la amenaza de expulsión. Las presiones psicológicas a las que fueron sometidos no solo vulneran sus derechos, sino que también evidencian un abuso de poder por parte de las autoridades académicas.
Ante estos abusos, los estudiantes han solicitado la intervención urgente del Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, con sede en Pátzcuaro, Michoacán. Exigen medidas correctivas inmediatas para garantizar el respeto a sus derechos y para asegurar que las decisiones académicas se basen en los principios del reglamento institucional, no en la intimidación o coacción.
La comunidad estudiantil de Ocosingo reclama una universidad que respete sus derechos fundamentales y que garantice un entorno de respeto, justicia y transparencia, donde las decisiones se tomen conforme a la normatividad y no bajo presiones psicológicas que afecten su bienestar académico y personal.

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La Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) de Ocosingo, se encuentra bajo fuertes acusaciones de prácticas autoritarias y coacción.
foto: María Moreno