El cual devastó gran parte de los municipios de Cintalapa y Jiquipilas

Carlos Salazar CORRESPONSAL / NOTICIAS

Cintalapa.- Este 24 de septiembre se cumplieron los 43 años del paso del devastador Huracán Herminia el cual devastó gran parte de los municipios de Cintalapa y Jiquipilas.
Según datos de algunas personas adultas, cuentan que la tragedia habría sido aún mayor si la creciente del río se hubiera salido de su cauce de noche.
Fue durante todo el día y parte de la noche del 23 de septiembre cuando el huracán azotó esta zona del estado, cayendo una buena cantidad de agua.
Ya para la mañana del 24 de septiembre el río La Venta a su paso por Cintalapa se desbordó llevándose todo lo que encontró a su paso.
«La creciente del río se llevó todo lo que había a su paso, desde animales, casas, cosas y se habrá de la muerte de algunas personas» dijo Don Mariano Sol de 80 años de edad.
El desborde fue tanto, que el agua llegó hasta el mercado José Castillo Tielemans, sobre las calles primera Norte pasando por los barrios San Martín, Candelaria y parte de San Francisco.
Las personas solo lograron sacar lo que pudieron y corrieron hacia la parte más alta para salvar sus vidas, sus animales, cosas y casas quedaron bajo el agua.
Para mandar la ayuda por parte del gobierno del estado tuvieron que hacerlo vía aérea ya que el puente «Las Flores» quedó bastante averiado y no había forma de pasar.
Está tragedia tardo no solo días, ni semanas, sino meses en poder medio salir del asombro.
Es por ello que hubo muchos damnificados en los municipios de Cintalapa y Jiquipilas, a quienes el huracán les arrebató todo.
Es por eso que el gobierno del estado en ese entonces Juan Sabines Gutiérrez, les apoyo otorgándoles viviendas a quiénes quedaron sin ellas.
Es por eso que en ambos municipios hay dos fraccionamientos que se denominan «Juan Sabines».
La historia cuenta sobre estos hechos que lastimaron a la población que hasta hoy tiene el temor de construir cerca del afluente el Río La Venta.

PIE DE FOTO:
La tragedia habría sido aún mayor si la creciente del río se hubiera salido de su cauce de noche.
Foto: Carlos Salazar