Se entregó un árbol a cada familia participante del programa “Yo amo Altamirano y me uno a la reforestación”, con el propósito de que cada hogar adopte un árbol y lo plante
María Moreno CORRESPONSAL / NOTICIAS

Altamirano.- Durante años, el municipio de Altamirano ha sido víctima de una intensa deforestación que ha afectado gravemente sus áreas verdes. La tala inmoderada y el crecimiento de aserraderos, muchos de ellos operando de forma clandestina, provocaron la pérdida de grandes extensiones de bosques.
Gracias a la intervención de las autoridades estatales, se logró detectar y clausurar varios de estos centros ilegales. Hoy, como parte del trabajo conjunto entre los tres niveles de gobierno, se han puesto en marcha jornadas de reforestación tanto en la cabecera municipal como en comunidades aledañas.
Este día se llevó a cabo una actividad simbólica en la que se entregó un árbol a cada familia participante del programa “Yo amo Altamirano y me uno a la reforestación”, con el propósito de que cada hogar adopte un árbol y lo plante, contribuyendo así a recuperar las áreas verdes que con el tiempo se han perdido.
Las autoridades destacaron que, desde 2018, Altamirano ha experimentado una drástica disminución de su cobertura forestal. “Donde antes veíamos montañas verdes, hoy sólo queda el recuerdo”, señalaron.
El llamado es claro: unirse como sociedad para devolverle la vida al municipio. Con acciones pequeñas, como plantar un árbol, se puede construir un mejor futuro para las próximas generaciones.
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Durante años, el municipio de Altamirano ha sido víctima de una intensa deforestación que ha afectado gravemente sus áreas verdes.
Foto: María Moreno
