Ana Liz Leyte NOTICIAS

Año con año, la siembra de la flor de Seda y Cempasúchil inicia en el mes de agosto, para así estar lista durante la segunda semana de octubre y ser utilizada para una de las tradiciones más importantes en México; el Día de Muertos.
En Chiapas, agricultores chiapacorceños que se encuentran al margen del río Grijalva y en las zonas de siembra, cada año cultivan estas tradicionales flores para distribuirlas en municipios cercanos a Chiapa de Corzo.
Don Felipe Reyes Clemente, quien se dedica a la cosecha yuca, maíz o limón persa, dedica exclusivamente los meses de agosto a octubre a la siembra de Cempasúchil y flor de Seda, ambas, tradicionales para el Día de Muertos, y aunque las ganancias que obtiene por la venta de éstas no es mucha -aunque sí es dinero seguro-, don Felipe lo realiza también para preservar las tradiciones y porque es parte de su herencia familiar.
“Es una tradición, yo lo traigo de mi papá y ahora ya vienen los hijos ya saben que queda el mecanismo, es de ellos si quieren continuarlo. Esto ha ido de generación porque mi papá sembraba anteriormente, pero era muy poco, nosotros sembramos un poco más”, dijo Felipe Reyes Clemente, agricultor chiapacorceño.
Don Felipe esperará hasta finales de octubre para comenzar a cortar y distribuir estas flores, principalmente al municipio de San Cristóbal de Las Casas y en Tuxtla Gutiérrez.
“Todo está tanteado a su nivel para el mero día, se corta el 30, ya está, hay muchos que se adelantan el 27 de San Juditas, pero de ahí todo está tanteado, se hace ese procedimiento”.
El Cempasúchil en particular, es la típica flor de los muertos, que desde tiempos ancestrales ha sido el símbolo para abrir el paso a los que ya se han adelantado en el camino y guiar su visita al mundo terrenal.

PIE DE FOTO:
Año con año, la siembra de la flor de Seda y Cempasúchil inicia en el mes de agosto, para así estar lista durante la segunda semana de octubre.
Foto: Ana Liz Leyte