Hasta ahora no han recibido la ayuda, ya que aún son obligados a servir como escudo humano en la disputa del territorio

Jhonatan González NOTICIAS

Entre la incertidumbre y el miedo es como viven aún los más de 168 mil habitantes de los 11 municipios que integran la región de la Sierra Fronteriza de Chiapas y que desde hace cuatro años sufren el asedio y la violencia generada por dos grupos del crimen organizado.
Uno de los desplazados de esta zona de la entidad, aseguró que a pesar del grito de auxilio que las comunidades lanzaron desde el año pasado cuando los enfrentamientos y la quema de vehículos se agudizaron, hasta ahora no han recibido la ayuda, ya que aún son obligados a servir como escudo humano en la disputa del territorio.
“Pues creo que mucha gente ya se conformó con esta gente porque lamentablemente el gobierno no nos quiso apoyar, lamentablemente mucha gente ya se está conformando, no sabemos qué va a suceder más adelante, qué tiempo va a estar todo esto, pero si nos está afectando mucho, tanto económico como emocionalmente”, puntualizó.
A pesar de los operativos y del ingreso del nuevo grupo de seguridad de élite a Chiapas, el campesino expuso que en la Sierra Fronteriza y la Fraylesca los llamados filtros o retenes de pobladores obligados por la delincuencia continúa y el temor también.
“Porque después ahorita esto va a traer una reacción, al rato el pueblo va a ver, ahora sí que el pueblo se va a ver involucrado en muchas cosas. El gobierno va a venir a atacarnos como pueblo, al rato va a decir que nosotros fuimos, que nosotros les ayudamos, va a empezar a sacar la gente, agredirnos, ese es el temor de toda la gente, de todos ellos y sin embargo, ¿qué ha hecho?”, aseveró.
Mientras tanto monseñor Luis Manuel López Alfaro, obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, afirmó que pobladores de comunidades como Bodorreal, México Nuevo, San José, El Pino y Nogales en el municipio de Amatenango de la Frontera aún continúan refugiados en caseríos del vecino país de Guatemala, situación que también se replica en Pantelhó, donde la cabecera municipal también luce vacía por los enfrentamientos.
“De los desplazados de Chicomuselo, Comalapa, siguen desplazados, ósea, ahí la gente no va a regresar hasta que encuentre seguridad y acá los desplazados también hay de Pantelhó, mucha gente desplazada está fuera de sus hogares, no pueden regresar mientras no se les dé garantía de que va a haber paz (…) Prácticamente también ellos están viviendo un escenario de incertidumbre, de desolación”, precisó.
La violencia en la región de la Sierra de Chiapas inició en 2021 y fue el año pasado que se agudizó, provocando que la zona quedara intransitable y que incluso, el comercio cerrara sus puertas.

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Entre la incertidumbre y el miedo es como viven aún los más de 168 mil habitantes de los 11 municipios de la región Sierra Fronteriza de Chiapas
Foto: Jhonatan González