Un total de 480 litros de dulce de calabaza y atole de maíz blanco, son los que elaboran de forma diaria durante un periodo de nueve días, las mayordomías del municipio de Zinacantán

Carlos Sánchez NOTICIAS

PIE DE FOTO: Un total de 480 litros de dulce de calabaza y atole de maíz blanco, son los que elaboran de forma diaria durante un periodo de nueve días. Foto. Carlos Sánchez

Un total de 480 litros de dulce de calabaza y atole de maíz blanco, son los que elaboran de forma diaria durante un periodo de nueve días, las mayordomías del municipio de Zinacantán, para celebrar el tradicional ritual Bok mail en tsotsil o “Rompimiento de calabaza”, reveló Mariano Francisco Sánchez Hernández, presidente municipal de esta localidad.
En esta festividad que se lleva a cabo del 16 al 24 de diciembre, también se elaboran alrededor de 5 mil tortillas de maíz hechas a mano, para repartir a niñas, niños y adultos, que asisten desde temprana hora a las instalaciones de la Presidencia Municipal, la iglesia de San Lorenzo y la capilla de El Señor de Esquipulas.
“En la cultura de los Zinacantecos, la mujer en su periodo de gestación durante los nueve meses tiene que llevar una dieta rigurosa, entonces no puede consumir cualquier cosa para cuidar su embarazo, entonces eso es lo que se hace cada año del nacimiento de nuestro señor Jesucristo” detalló.
De acuerdo con el alcalde, esta tradición tiene su origen aproximadamente desde el siglo XVII durante la época de la colonia y la costumbre es regalar a la población este fruto que se produce en la región en lugar de dulces comerciales.
“Sabemos que la religión católica se introdujo a partir de la conquista de México y entonces fue una combinación que se hizo de hace muchísimos años, nosotros crecimos ya con esta tradición y lo seguimos conservando” apuntó.
Por su parte Fortino Sánchez, ayudante de los mayordomos dijo que es una tradición que muchos de la comunidad vivieron durante su infancia y la recuerdan con mucha nostalgia, pues es el anuncio de la Navidad.
“Pues muy bien, afortunadamente se ha conservado esta tradición que yo creo que milenaria desde hace muchos años se ha venido haciendo esto de la repartición de chilacayote enfrente de la iglesia y de la Presidencia” señaló.
Así mismo lamentó que esta tradición que tiene el propósito de llevar sonrisas a pequeños y grandes se encuentre en riesgo de desaparecer.
“Aunque desgraciadamente ya muchas personas, bueno se ha ido perdiendo esta parte de las mayordomías por varias razones, pero afortunadamente ahorita sigue habiendo personas que reciben ese cargo que la mayordomía los que dan estas calabazas cada año”.
Cabe destacar que en total durante los nueve días las mujeres de esta población elaboran más de 4 de mil 320 litros de dulce de calabaza y atole, más de 45 mil tortillas a mano, todos con productos propios de la región.