Judith busca a sus padres biológicos, está en la etapa terminal de su enfermedad; insuficiencia renal crónica degenerativa

Daniela Grajales NOTICIAS

PIE DE FOTO: Judith Estrada busca a su familia biológica, su vida pende de un hijo consanguíneo, padece insuficiencia renal crónica. Foto: Daniela Grajales

A 128.5 km de la capital chiapaneca se encuentra el municipio de Arriaga, ahí es una zona de paso para centroamericanos que van en busca del sueño americano, la ciudad que alberga a los “traga tierra” (lugareños), también es la vía de “La Bestia”, tren que en su lomo transporta a los migrantes.
Allá por el año de 1990 una centroamericana decidió bajar de este tren para poder dar a luz a su bebé, hoy ese bebé tiene 31 años de edad, el caso de Judith Estrada es conmovedor; ella busca a su familia biológica, y es que su vida pende de un hijo consanguíneo.
“Principalmente mi búsqueda es de cariño y amor, mamita no te reprocho nada, tú sabes porque me dejaste, solo quiero conocerte, quiero que me abraces, que me beses y que me des ese amor que tanto anhelé y que tanto quise por muchos años”, comenta esta joven quien padece insuficiencia renal crónica.
El sueño más grande de Judith es poder conocer a sus padres biológicos, Judith Cecilia Estrada Garcia es originaria de Arriaga, nació el 25 de agosto de 1990 y sufre una enfermedad que se llama insuficiencia renal crónica degenerativa.
El próximo mes cumple 32 años de edad y su mejor regalo sería reunirse con su familia de sangre.
“Ya estoy en la última etapa y más que nada este video es para que me ayuden a localizar a mis padres, ellos venían de Centroamérica en el tren llamado La Bestia, mi madre estuvo casi un mes aquí, después de que se decidió bajar del tren, ella venía embarazada de mí pues ya venía de 8 meses es lo que me cuentan”.
Las personas que conocieron a su mamá biológica le cuentan que estuvo con una señora que era partera que se llama Elvira, “ella me estuvo cuidando hasta que me dejó con mis padres adoptivos”.
Su mamá de corazón se llamaba Magnolia Garcia Vázquez, a Judith solo le sobrevive su padre adoptivo, quien le comenta que su madre decidió continuar su camino, confiando que esta familia de Arriaga velaría por ella.
“Y ella ya es difunta, ella ya es fallecida, mi papá adoptivo me dijo que mi mamá dijo que ella iba a seguir el sueño americano, quería llegar a hacer algo en la vida, se fue porque no quería que yo pasara hambre, que pasara ningún momento difícil”.
Referente a su enfermedad dice que ella puede tener una esperanza de vida, localizando a sus padres biológicos, o algún familiar para poder recibir una donación, pero su mayor deseo es poder hablar y abrazar a su mamá.
“Yo puedo sanar con un trasplante de riñón, porque no soy ni diabética, ni hipertensa, yo puedo estar perfectamente bien con solo un trasplante de riñón donado por alguien que sea consanguíneo a mi, que sea familia mía, porque soy O- (negativo) un tipo de sangre muy difícil de conseguir”.
Las enfermedades renales aumentan en México y afectan a 12.2% de la población del país. Además, se calcula que el 15% de la población padecerá alguna de ellas en el próximo quinquenio, aseguró Horacio Cano, director médico de Renium, clínica de la Enfermedad Renal Crónica y centro de investigación en nefrología.
Chiapas es la entidad donde se tiene el aumento más significativo de enfermedades del riñón, y el 52.7% de las personas con este padecimiento son del sexo femenino, dijo el médico.
Las enfermedades del riñón se asocian en gran medida a la mala alimentación: alta ingesta de grasas, azúcares y comestibles altamente procesados.