Familias viajan a la capital chiapaneca o salen del estado, aseguran el reclutamiento de jóvenes por grupos armados

Daniela Grajales NOTICIAS

La situación que se vive en la Frontera Sur ha hecho que las familias busquen refugio. – Foto: Daniela Grajales

La situación que se vive en la Frontera Sur ha hecho que las familias busquen refugio, unas han venido a la capital chiapaneca y otras más deciden abandonar el estado e incluso, la iglesia los ha acogido, son desplazados de Comalapa que temen por su vida, no obstante, quieren dar a conocer el abismo que están pasando.
«En Comalapa no hay nada, es un pueblo, ellos sí vivieron realmente lo fuerte pues, ¿qué comunidad es?, de colonia Nueva Independencia, municipio de Frontera Comalapa, los militares ahí están, como a 30 minutos», aseguran los familiares del menor que fue alcanzado por una bala perdida el pasado 23 de mayo.
Con las manos vacías, caminando entre las montañas, cruzando ríos, así es su travesía para salvar sus vidas y sobre todo la de los jóvenes y niños, y es que los habitantes revelan que los grupos armados están reclutando personas.
«En las colonias vecinas se vuelve a correr la noticia nuevamente de la reclutación de jóvenes, vuelve nuevamente a huír la gente, es triste y lamentable, es una barbaridad lo que están haciendo», asegura una de las habitantes de Lajerío.
Quienes tienen más suerte han salido del estado, así lo atestigua uno de los choferes que trasladó a una familia hacia el aeropuerto.
«Se pusieron a platicar conmigo y me dijeron que venían de ese rumbo de Comalapa, entre Comalapa y Chicomuselo y que iban de viaje a Tijuana, no llevaban muchas maletas, cada quien llevaba una bolsa de mano», asegura Iván, trabajador de taxis.
Son más de 3 mil desplazados, ahora sólo claman paz en el municipio y sobre todo ayuda, pues han dejado casas y cosas, sus tierras, no han podido sacar nada, sus vidas son más importantes.
«Cuándo terminará no sabemos, solamente Dios sabe cuándo va a terminar una fatal pesadilla que nunca, nunca nos la imaginábamos, quisiéramos que fuéramos escuchados, ya basta, ya basta de tanto por favor, ayúdennos, ayúdennos».
Mientras tanto, las fuerzas federales de seguridad resguardan la zona, los habitantes aseguran que se encuentra a aproximadamente 30 minutos de donde sucedieron los hechos violentos.