Jhonatan González NOTICIAS

A pesar de los usos y costumbres, colectivos de la comunidad LGBT han logrado ingresar a las comunidades y parajes de municipios como San Juan Chamula y Zinacantán, para buscar un espacio de aceptación de las personas diversas.
En entrevista María Teresa Campos Flores, representante legal de Brujas Violetas asociación civil, activista por los derechos humanos del Colectivo de la Diversidad Sexual y diputada suplente, aseguró que ingresar a estos lugares donde prevalece el machismo, es arriesgar a las y los compañeros.
“La mayoría de las personas que han dicho que no pertenecen al colectivo de la heterosexualidad se han tenido que salir de sus comunidades porque pueden llegar a ser víctimas de muerte, porque sí es violento el lugar”, precisó.
Explicó que en municipios como San Juan Cancuc donde existe el mayor número de chicas Trans, aún sufren la violencia de sus familiares al ser obligados a realizar “trabajos propios” de su sexo.
“Estamos en una sociedad machista porque vemos como un hombre puede tolerar más fácilmente la orientación sexual de un hombre que enuncie ser diverso a que una mujer lo haga, las mujeres seguimos sin tener un espacio nuestro, autónomo y ni cómo decir que somos mujeres lesbianas”, apuntó.
Explicó que el camino en Chiapas aún falta, pues al ser multicultural por las regiones indígenas, se complica el trabajo y aceptación de la comunidad LGBT.
“Si hemos dado pasos, creo que no son tan grandes ni tan pequeñitos, estamos como dando pasos medianos, ya nos conocen, ya nos ven que eso es bien importante para todo el colectivo diverso, no somos ya ajenos, saben que estamos ahí, que cuando haya alguna circunstancia en la que alguna persona de la diversidad sexual sea sujeta de algún acto violento, vamos a aparecer asociaciones civiles”, concluyó.

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A pesar de los usos y costumbres, colectivos de la comunidad LGBT han logrado ingresar a las comunidades y parajes de municipios como San Juan Chamula y Zinacantán.
Foto: Jhonatan González