María Eugenia Martínez Vera, es una mujer de 42 años que sufre de discapacidad motriz, pues no puede caminar con el pie izquierdo

Carlos Sánchez NOTICIAS

María Eugenia Martínez Vera señala que desde hace cuatro meses encontró una oportunidad laboral a través de las redes sociales. – Foto. Carlos Sánchez

María Eugenia Martínez Vera, es una mujer de 42 años que sufre de discapacidad motriz, pues no puede caminar con el pie izquierdo, ya que de nacimiento tuvo una mal formación, actualmente para poder movilizarse, es necesario utilizar muletas.
Cuenta que desde hace cuatro meses encontró una oportunidad laboral a través de las redes sociales en una empresa que subcontrata a personas para el área de limpieza en oficinas gubernamentales.
Sin embargo, el pasado primero de junio por un problema de salud y complicación con su pie, no le fue posible asistir a su centro de trabajo, por lo que tuvo que pedir permiso con su jefe inmediato de nombre Manuel Cruz, lamentablemente este le negó y al día siguiente que se presentó la despidieron por teléfono.
Cuenta que desde que ella empezó a trabajar no firmó ningún contrato o documento que la avalara como empleada de la empresa, de la cual desconoce el nombre, pues no sabe leer ni escribir, lo únicos documentos que le requirieron fue identificación, comprobante de domicilio y RFC, bajo la promesa de que después de cuatro meses la incluirían en la nómina con las prestaciones de Ley, sin embargo no fue así.
María Eugenia explica que durante el tiempo que estuvo laborando con la empresa, los pagos eran irregulares y por tal motivo le quedaron a deber una quincena y su liquidación. Hoy pide ayuda para que las autoridades puedan apoyarla, pues la empresa con la que laboraba no le recibe las llamadas y mucho menos le realiza el pago del adeudo.
Además detalló que para poder demostrar su asistencia, todos los días firmaba una lista de entrada y salida, por lo que dicho documento no aparece hoy en día.
Por más que ha intentado comunicarse con su jefe inmediato, no ha tenido ninguna respuesta y hoy se encuentra en el abandono, pues es madre soltera, tiene tres hijas de 18, 14 y 11 años, quienes dejaron de estudiar para trabajar y así poder ayudar con los gastos del hogar.