Las víctimas son desde meses de nacidos hasta los 17 años por violencia sexual o pederastia
Daniela Grajales NOTICIAS
En Chiapas un promedio de mil casos nuevos de violencia sexual contra menores se documentan en el año, las víctimas son desde meses de nacidos hasta los 17 años por violencia sexual o pederastia, lamentablemente el sistema de procuración y administración de justicia ha quedado a deber en investigaciones y sentencias contra los agresores, padres, madres, abuelos, tíos, conocidos o vecinos, maestros e intendentes de centros educativos, así lo mencionó, Eunice Figueroa Ruiz, representante de la Fundación Granito de Arena.
Resaltó que en diez años la fundación ha atendido y dado de alta más de dos mil 500 menores con atención de psicoterapia, médica, asesoría legal y acompañamiento, y en la actualidad atienden a 58 menores de manera permanente y 15 ya están en lista de espera para ser atendidos.
En la capital chiapaneca se tiene conocimiento de un promedio de mil casos de abuso sexual contra menores en Chiapas, y lamentablemente la tendencia va en aumento, falta garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia y el acceso pleno a la justicia.
En el 2020 se documentaron mil 399 carpetas de investigación en contra de los agresores, aunque no siempre se denuncia, de ese universo se ejecutaron solamente 110 órdenes de captura por parte de la Fiscalía General del Estado y se lograron sólo once sentencias condenatorias por parte de jueces del Tribunal Superior de Justicia.
Figueroa Ruiz dijo que en el 2021 fueron 150 órdenes de captura contra agresores que ejecutó la FGE y solo se llegó a 55 sentencias, desafortunadamente la violencia sexual se comete desde los meses de nacidos de las niñas y niños y el reclamo es de justicia, protección a la infancia, resarcir sus derechos y castigo a los agresores.
Tipos de abuso
El abuso sexual va desde tocamientos, enseñarles pornografía, la penetración con cualquier objeto, violación, más sucede en los círculos cercanos a las víctimas, el desafío es enseñar a los niños a defender sus derechos, hay que enseñarles a distinguir sus derechos, la prevención, los nombres de las partes de su cuerpo, no es posible obligar a infantes a dar un abrazo o un beso a quien no quiere, en la etapa fuerte de la pandemia del COVID -19 en el 2020 la estadística aumentó porque los agresores estaban encerrados en casa.
“La atención tiene que ser de psicoterapia porque se corre el riesgo de que una víctima se convierta en agresor, hemos tenido casos así, los padres tienen que saber escuchar a sus hijos, desafortunadamente no siempre les creemos que están en riesgo y después se convierten en víctimas, el escenario es complejo, la sociedad va en decremento de los valores, el que no recibe atención en psicoterapia existe un riesgo potencial de ser abusador en el futuro”, mencionó.
