Cada una de las despensas está prevista para rendir a una familia de entre tres y cuatro integrantes, y debe ser consumida en una semana

La Razón

Bajo la amenaza de lluvia sobre la Base Aérea de Santa Lucía, cientos de efectivos de la Fuerza Aérea cargaron desde temprana hora el único convoy que llevará víveres a Acapulco, Guerrero; a una semana del impacto del huracán John.
El convoy transportó, en alrededor de una hora, más de 33 toneladas 258 kilos de ayuda humanitaria.
Cada una de las despensas está prevista para rendir a una familia de entre tres y cuatro integrantes, y debe ser consumida en una semana.
Las cajas membretadas con la leyenda «prohibida su venta» y el sello del Gobierno de México, pesan alrededor de siete kilos y medio.
Cada caja contiene, entre otros víveres, guisados listos para comer, atún en agua, ensalada de verduras; además de un mix de frutas secas, frijol cocido, leche en polvo, galletas integrales y amaranto.
En un sobrevuelo en un avión de la Fuerza Aérea, La Razón pudo constatar que el estadio del Abierto Mexicano de Tenis se ha desanegado; sin embargo, los caminos de Punta Diamante, permanecen enlodados.
Al momento de llegar a la Base Aérea Militar número 7, en Pie de la Cuesta, Guerrero; el calor húmedo y abrazador, además del sol quemante, cala a los efectivos del Ejército y de la Guardia Nacional, los cuales, en una cadena humana, descargan las 33 toneladas recién llegadas de la Ciudad de México,
Asimismo, aguardan las 69 toneladas 552 kilos que arribaran por la madrugada, también provenientes de la Ciudad de México en cinco tractocamiones.

PIE DE FOTO:
Cientos de efectivos de la Fuerza Aérea cargaron desde temprana hora el único convoy que llevará víveres a Acapulco, Guerrero
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