Daniela Grajales NOTICIAS

Las mujeres universitarias de Tuxtla Gutiérrez se reunieron en la explanada de sus centros de trabajo y estudio para formar una coreografía y hacer visible el papel que juegan en la sociedad. – Foto: Luis Vallejo

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, aquí en la capital chiapaneca este sector se une a este acto realizando diversas actividades y una de ellas fue un flashmob.
Las mujeres universitarias de Tuxtla Gutiérrez se reunieron en la explanada de sus centros de trabajo y estudio para formar una coreografía y hacer visible el papel que juegan en la sociedad.
“Con afán de destacar de que las mujeres, nuestro papel en la sociedad, y sobre todo también, sirvió como una actividad de integración y convivencia entre las trabajadoras”, refirió Suinda García, estudiante.
Mientras tanto quienes laboran en la Universidad Autónoma de Chiapas, dijeron que es una forma de convivir y hacerse notar que hay un grupo nutrido de mujeres en esta máxima casa de estudios.
“Dijimos tenemos que hacer algo para que vean a las mujeres universitarias trabajadoras, que pues estamos manifestándonos, diciendo aquí estamos, todos los días nos vemos, pero no hacemos una actividad así, saber que no estamos solas, que estamos unidas”, refirió Yadira García.
Es a través de la letra de la canción, que quieren dar el mensaje, parafraseándola, “nadie puede hacerte daño, el miedo se puede romper de un solo puertazo”,
“Oye, ¿La música como se eligió?, se buscó una canción que hiciera énfasis lo que es la mujer, lo que ha pasado la mujer, el papel de esta y habla exactamente de que a pesar de cualquier otra situación, las mujeres siempre podemos salir adelante, siempre podemos romper estos esquemas, romper miedos, romper ciertos tabúes que hay en la sociedad”, agregó Suinda García.
Dicen que ser mujer es complicado, porque persiste la desigualdad, pero también es un orgullo ya que en el camino se van rompiendo las barreras de género.
“Ser mujer en un estado como Chiapas, en un país como México sigue siendo ocupar un lugar de subalterna, cobrar menor salario por el mismo trabajo que hacen los hombres, trabajar seis horas diarias más que los hombres y estar al pendiente del trabajo fuera de casa y el trabajo dentro de casa”, Nashyelli Salazar, antropóloga social.
Por eso la necesidad de expresar con el cuerpo, lo que muchas veces en palabras se queda corto.