Karla Gómez NOTICIAS

Cuando se habla de combate escénico, se piensa en acción, intensidad y enfrentamientos en el escenario. Sin embargo, esta disciplina va mucho más allá de la mera representación de peleas: es una coreografía precisa, una danza cargada de intención narrativa. Con esa visión, el actor y coreógrafo Alexis Reyes Sámano diseñó el proyecto “Combate escénico: más allá del conflicto físico”, seleccionado en la Convocatoria Saberes Sobre la Escena Colima 2024.

Esta iniciativa, impulsada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Centro Cultural Helénico y en colaboración con el estado de Colima, busca promover propuestas escénicas innovadoras y con sentido formativo. El proyecto de Reyes Sámano parte de una exploración profunda del cuerpo y los sentidos en la ejecución del combate en escena, siempre priorizando la seguridad del intérprete.

Formado en Artes Teatrales por la Universidad Autónoma del Estado de México, Alexis Reyes Sámano ha complementado su formación con disciplinas como danza aérea, esgrima, boxeo y danza butoh. Este cruce entre el deporte y las artes escénicas ha sido la base de su propuesta, que se orienta a la construcción de secuencias de combate con precisión técnica y narrativa.

“Cada movimiento está planeado y acordado entre los participantes. No se deja nada al azar porque una mala ejecución puede terminar en lesiones graves”, explica. La propuesta no sólo considera el aspecto físico, sino también el trabajo mental y emocional de los intérpretes. En sus palabras, “no podemos dejarnos llevar por la inercia de la emotividad o el enojo; el combate escénico requiere un dominio consciente del cuerpo”.

El taller parte de ejercicios sensoriales que ayudan a los participantes a afinar su percepción corporal, y avanza hacia el desarrollo de coordinación y fluidez en el movimiento. Para Reyes Sámano, la escena combativa no es solo un enfrentamiento físico, sino una forma de diálogo sin palabras, con una estructura dramática que incluye inicio, desarrollo, clímax y desenlace.

“Combate también es musicalidad y es baile”, afirma. En ese sentido, destaca la importancia de entender la energía del cuerpo como ritmo escénico, similar a una coreografía de danza. De ahí la necesidad de una formación especializada, que en países como Estados Unidos o Inglaterra ya cuenta con certificaciones formales, pero que en México todavía está en proceso de consolidación.

Como fundador de Das Wesen Combat —una división especializada en combate escénico dentro de Das Wesen Teatro—, Reyes Sámano busca profesionalizar esta disciplina y expandirla a otros estados y espacios. Tras su experiencia en Colima, donde impartió el taller, ha comenzado a perfeccionar los ejercicios y métodos con la intención de seguir formando artistas capaces de contar historias con el cuerpo en movimiento, sin poner en riesgo su integridad.

Así, el combate escénico se revela como una herramienta creativa, segura y expresiva que, más allá del conflicto físico, invita a explorar los límites del cuerpo como instrumento narrativo.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto:  Una coreografía entre arte y seguridad.