Karla Gómez NOTICIAS

Con una vida consagrada al arte y al movimiento, Rossana Filomarino (Roma, 1945) festejará 60 años de trayectoria artística y 80 de vida en un escenario que ha marcado su carrera: la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. La cita es el sábado 2 de agosto a las 19:00 horas, como parte de la temporada Diversas Danzas, Diversos Cuerpos, organizada por la Coordinación Nacional de Danza del INBAL.
La celebración incluirá la reposición de dos obras emblemáticas de su compañía DramaDanza: El comienzo y Migrantes, piezas profundamente vinculadas con temas urgentes de la sociedad contemporánea. Ambas coreografías —creadas en distintos momentos de su carrera— mantienen una fuerza simbólica vigente, al dialogar con problemáticas como la exclusión cultural y la crisis migratoria.
“Sesenta años de carrera se dice fácil, pero no lo es”, afirma Filomarino, quien ha transitado la danza con una profunda vocación personal y una clara independencia artística. “Nunca he hecho lo que no me ha gustado, y eso ha implicado daños colaterales. Sin embargo, me considero afortunada. La danza es mi vida. Bailo desde los cinco años; llevo 75 años vinculada, día a día, con el movimiento”.
Filomarino llegó a México a los 20 años y, de inmediato, se integró al movimiento vanguardista impulsado por Guillermina Bravo en el Ballet Nacional de México. Desde entonces, ha desarrollado un lenguaje propio que integra la técnica Graham, la danza butō y elementos del arte dramático, en una línea que ella misma define como “danza de autor”.
En El comienzo, fragmento de Sol de viento (1995), la coreógrafa ofrece una mirada crítica hacia la política y la multiculturalidad, con una clara referencia al surgimiento del EZLN y la necesidad de aceptar y comprender otras realidades culturales. Por su parte, Migrantes (2019) aborda con crudeza y sensibilidad los desplazamientos humanos forzados por la violencia y la miseria, integrando a 15 bailarines y 25 caminantes en escena.
“Estas piezas no solo siguen siendo actuales; adquieren nuevas lecturas ante los desafíos sociales de hoy. Nos invitan a mirar al otro con empatía”, explica Filomarino, quien recientemente fue reconocida como miembro de la Academia de Artes. “Estas problemáticas no se resuelven en cinco años. Son procesos históricos donde el arte tiene un papel fundamental”.
A través de esta función conmemorativa, Rossana Filomarino reafirma su lugar como figura clave de la danza contemporánea en México: una artista que ha hecho del cuerpo, la crítica y la belleza una forma de vida.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: A través de esta función conmemorativa, Rossana Filomarino reafirma su lugar como figura clave de la danza contemporánea en México.