Un legado permanente en la cultura mexicana
Karla Gómez NOTICIAS

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) conmemora hoy el 90 aniversario del nacimiento de Helen Escobedo (Ciudad de México, 1934-2010), una figura central en el panorama artístico y cultural de México. Escobedo, reconocida por su prolífica carrera como escultora y gestora cultural, dejó una huella indeleble con sus obras públicas monumentales y sus instalaciones cargadas de temas sociales y medioambientales.
Escobedo no se limitó a la soledad del estudio; su arte trascendió al espacio público, generando un diálogo entre la monumentalidad geométrica y la conciencia social. Lucía Sanromán, directora del Laboratorio Arte Alameda (LAA) y cocuradora de la exposición retrospectiva Helen Escobedo: Ambientes totales, describió a la artista como «una creadora que enamora» por su capacidad de ocupar y transformar espacios públicos con su visión.
La influencia de Escobedo también se extendió a las instituciones culturales. Como directora del Museo Nacional de Arte (Munal) y del Museo de Arte Moderno (MAM), y en su papel como jefa del Departamento de Artes Plásticas de Difusión Cultural en la UNAM, Escobedo contribuyó significativamente a la estructuración y promoción del arte en México. Su participación en la creación del Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria con la obra Cóatl destaca su compromiso con la integración del arte en el entorno urbano.
Nacida en la Ciudad de México, Helen Escobedo inició su formación artística en el Mexico City College bajo la tutela del escultor Germán Cueto, y posteriormente en el Royal College of Art de Londres, donde interactuó con figuras como Ossip Zadkine y Henry Moore. Este bagaje internacional enriqueció su perspectiva y le permitió experimentar con una variedad de técnicas y materiales a lo largo de su carrera.
Sanromán recordó cómo la práctica artística de Escobedo evolucionó hacia la incorporación de temas socioculturales y medioambientales. En los años setenta y ochenta, Escobedo comenzó a explorar el arte temporal, abordando cuestiones como los mercados informales y la migración. Sus obras, como La muerte de la ciudad y Negro basura, negro mañana, emplean materiales de desecho para generar incomodidad y reflexión en el espectador.
Escobedo también mostró una profunda empatía por la experiencia de los migrantes, una realidad compleja que abordó en piezas como Los mojados. Sanromán destacó cómo la artista utilizó el arte instalación para presentar realidades urgentes y generar un impacto emocional en el público.
La influencia de Helen Escobedo se extiende a diversas generaciones de artistas, como Marcos Ramírez «Erre» y Magali Lara, quienes encontraron en su obra y su ejemplo una fuente de inspiración. Su legado está presente en numerosas colecciones en México y el extranjero, y sus contribuciones fueron reconocidas con distinciones como su nombramiento como miembro vitalicio de la Academia Real de Ciencia, Literatura y Bellas Artes de Bélgica en 1986, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2009, y el título de ciudadana distinguida por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México en 2010.
La exposición Helen Escobedo: Ambientes totales, que se presentó en el Laboratorio Arte Alameda entre julio y octubre de 2023, y que a partir del 31 de julio estará en el Museo Amparo de Puebla, ofrece una oportunidad única para redescubrir y celebrar el legado de una artista que sigue siendo relevante en el contexto actual.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Escobedo no se limitó a la soledad del estudio.