Karla Gómez NOTICIAS

El Museo Tamayo presenta Olga, un retrato dinámico, la primera exposición dedicada a Taide Olga Flores Rivas (1906-1994), una figura clave en la historia cultural de México y esposa del reconocido pintor Rufino Tamayo. La muestra ofrece un profundo recorrido por la vida de Olga, destacando su multifacética personalidad a través de retratos, dibujos, fotografías y objetos personales que conforman el archivo que Olga reunió a lo largo de seis décadas.

La exposición no solo resalta su imagen, sino también aspectos poco conocidos de su vida, como su formación como concertista de piano y su interés por la moda, revelando a una mujer de gustos refinados y visión amplia. A través de diversas piezas, también se explora su papel crucial como gestora cultural, particularmente en la creación del Museo Tamayo y en la consolidación de su colección artística.

Uno de los puntos más llamativos de la muestra son los retratos de Olga, realizados por Rufino Tamayo, en los que queda plasmada la profunda admiración y afecto que sentía por ella. Entre estos destaca la obra Olga, retrato dinámico (1958), que captura su vida activa y su labor como promotora cultural, reflejando las múltiples actividades que realizaba para apoyar la carrera de su esposo.

En una carta dirigida a Inés Amor, fundadora de la Galería de Arte Mexicano, Olga se autodefinía como la gestora detrás de Tamayo: «Rufino pinta los cuadros y yo hago todo lo demás». Este rol incluyó la negociación con galerías, la organización de exposiciones y la gestión de las ventas, donde demostró ser una hábil negociadora, imponiendo precios y condiciones a coleccionistas e instituciones.

Un aspecto igualmente fascinante de la exposición es su relación con la moda. Olga no solo proyectaba elegancia, sino que entendía la dimensión política de su apariencia, adoptando en ocasiones trajes tradicionales de tehuana y yalalteca como símbolos de identidad. Con el tiempo, su gusto se expandió hacia la alta costura, vistiendo diseños de figuras como Christian Dior y Cristóbal Balenciaga, al mismo tiempo que complementaba su vestuario con joyería de artistas como William Spratling y Alexander Calder.

La exposición estará abierta al público hasta el 13 de octubre en el Museo Tamayo, invitando a los visitantes a descubrir las múltiples facetas de una mujer cuyo legado cultural sigue vigente.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Uno de los puntos más llamativos de la muestra son los retratos de Olga, realizados por Rufino Tamayo.