La obra de este artista mexicano lo ha llevado a países tan lejanos como India y Arabia Saudita, donde trabajó durante 15 años en la construcción de palacios para la familia real

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Gabriel Sánchez Viveros.

El Sol de México

Gabriel Sánchez Viveros es un artista que cuenta con más de 60 obras arquitectónicas, entre diseño de interiores, diseño arquitectónico y aplicación de arte en espacios en los que predomina un estilo ecléctico con claros toques mexicanos.

Su obra lo ha llevado a estar presente en países como Estados Unidos, China, España, Alemania, India y Arabia Saudita, trabajando en este último país durante 15 años en la construcción de más de 15 palacios para la familia real, donde además realizó otros proyectos de arte, arquitectura e interiorismo.

“Llegué allí porque les gustó mi trabajo, la forma en que creo conceptos y cómo los desarrollo”, dice en entrevista con El Sol de México. “Al principio iba a hacer sólo un proyecto de 6 meses, pero me quedé por 15 años, fue una experiencia maravillosa, llena de retos, satisfacciones y crecimiento”, recuerda.

Artista transdisciplinario

Pero su labor como artista no se limita a la arquitectura, sino que se extiende al performance, la pintura, la fotografía y la escultura, por lo que el egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México se define como un artista transdisciplinario.
“Yo siempre he sido creativo y el arte es parte de mi vida; en los últimos años me he enfocado en mi carrera como artista visual, porque ahora siento la necesidad de crear en medios como la pintura, la fotografía y los medios alternativos”.

Para él no existe división entre una disciplina y otra, más bien todas son parte de su quehacer artístico, por lo que considera que el paso de un arte a otro se ha dado de manera orgánica.

“Yo jamás pensé en dedicarme a una sola cosa, soy un ser creativo que investiga, que hace arte, diseño, arquitectura; mi vida está rodeada de estímulos e inspiración y decido expresarlos en lo que en cada momento considero congruente”.

Más que destacar un logro profesional, Gabriel ve su actividad como un logro en sí mismo:

“Para mí es un logro tener la capacidad de crear y comunicar a través del diseño de espacios; cada obra que he hecho es un logro valioso, no sólo para mí, sino para todos los involucrados en su desarrollo y construcción”, asegura.

Apasionado de la creatividad y el arte, considera que su lenguaje artístico ha evolucionado a lo largo de los años.

Y con esa pasión habla de cada una de sus obras, como en el caso de “Magma”, una obra que de acuerdo con él, “representa la fuerza del poder del interior rompiendo barreras y dejando salir la luz… Todo lo que haces en la vida y todo por lo que luchas, abrirá brechas o hará grietas que dejarán salir la luz”.

Destacan también obras suyas como “Entre líneas”, una serie fotográfica en donde explora la relación del mundo oriental y sus choques con occidente, y «Primitivo», una serie de pinturas corporales que devienen en una instalación en la que reflexiona sobre la primera vez que el hombre fue consciente de sí mismo.

Derivado de su experiencia de vida, la obra visual de Gabriel toma elementos de su día a día, de colores, símbolos y materiales para transformarlos en objetos vivos que se comunican con nosotros.

Como artista visual, su obra ha sido destacada en foros como la bienal de grabado José Guadalupe Posada (2015), y actualmente en la Bienal Internacional de Arte de Beijing y en la Trienal de Tijuana I. Internacional Pictórica, en el CECUT de esa ciudad fronteriza.
También se puede visitar virtualmente su exposición “El ritmo de la muerte” en la página de internet www.gabrielsanchezviveros.com.

Otra de sus obras que nos llamó la atención fue una titulada «El Origen», en la que trabajó con la premisa de “destruir para construir” y acerca de la cual comenta:

“Es una idea que proviene de la arquitectura, considero que, aunque la pieza perfecta se rompa, como podría sucederte como ser humano, puedes remendarte y volver a ser una pieza extraordinaria y única”.

CUBREBOCAS INTERVENIDOS

Acerca de “La Mole” -pieza que se puede ver en la portada de este suplemento- explica:
“Es un cubrebocas de tela intervenido con trozos de cascarón de huevo de avestruz, engarzados con alambre de latón… Se trata de una protección derivada de la experiencia de vida que hemos tenido como humanidad con lo que ha sido esta pandemia; el cubrebocas se convierte en una protección que es igual que la coraza de La Mole de los 4 fantásticos de Ron Wilson (el hombre de piedra) … Tengo una serie completa de cubrebocas intervenidos con distintos materiales y motivos”.