Su obra literaria tiene como característica principal, la pluralidad

Isabel Nigenda Noticias

En un rincón pintoresco de México, Echegaray, municipio de Pijijiapan, vio nacer hace 109 años a uno de los más destacados poetas chiapanecos: Armando Duvalier. Su natalicio, que cae en este 26 de agosto, es un recordatorio de la vida y obra de un artista cuya poesía dejó una huella imborrable en el mundo literario. Aunque nos dejó en 1989, su legado sigue floreciendo a través de las palabras que hiló con maestría y pasión.
Duvalier, un auténtico cantor lírico, se destacó por su estilo elegante y colorido, que abrazaba las diversas formas poéticas de la lengua española. Su poesía, conocida como «poesía negra», fusionó la profundidad emocional con un lenguaje musical distintivo, creando así un género único que cautivó a lectores y críticos por igual.
En honor al centenario de su nacimiento, el Coneculta rindió un emotivo homenaje a este gran poeta. En este tributo, se resaltó la característica distintiva de la obra literaria de Duvalier: su pluralidad. A lo largo de su carrera, exploró y dominó diversas formas de creación artística, un testimonio del alcance de su genio creativo.
Uno de los conceptos más llamativos que surgen de su legado es su propio término «Alquimismo». Esta es la esencia misma de su «sistema poético», un enfoque que buscaba transformar las palabras cotidianas en la magia lírica que solo la poesía puede encapsular.
Esta búsqueda de convertir lo común en lo extraordinario fue la brújula que guió su pluma y lo llevó a crear tres libros publicados, un manifiesto y una colección de dibujos y pinturas, consolidando así su estatus como una voz vanguardista en el mundo literario.
Entre sus obras literarias más destacadas se encuentran «Poetas Chiapanecos» (1940), «Con el hermano Francisco de Asís» (1946), «Tribulaciones por un joven dinosauro» (1961), «Dame la palabra y la música florida» (1985) y «Soconusco» (1987). Cada obra es un testimonio de su destreza poética y su habilidad para explorar temas que abarcan desde lo regional hasta lo universal.
La poesía de Duvalier también dejó una marca en la historia de Chiapas y de México en su conjunto. Su «Canto de amor a Chiapas» (1963) no solo es una expresión lírica de su amor por su tierra natal, sino también un tributo a la identidad y belleza de esta región.
Aunque su voz física se apagó en 1989, Armando Duvalier sigue hablando a través de sus versos. En este día especial, celebramos su nacimiento y su contribución invaluable a la literatura y al arte. Cada palabra que escribió es un recordatorio de que la poesía tiene el poder de trascender el tiempo y conectarnos con la esencia misma de la humanidad.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Natalicio de Armando Duvalier.