KARLA GÓMEZ NOTICIAS

En el marco del ciclo de conferencias Ex-Céntricas: Capitales culturales en femenino en la escena mexicana. El estudio del Archivo María Luisa Ocampo, se llevó a cabo la charla Archivos de mujeres en el CITRU, con el propósito de reconocer y visibilizar las aportaciones de destacadas creadoras que, desde distintas disciplinas, marcaron la historia del teatro en México.

El encuentro se realizó en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes y contó con la participación de investigadoras del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (CITRU): Claudia Jasso, Edith Ibarra, Julieta Rivas, Patricia Ruiz y Sisu González, así como de la académica Mónica Acosta, de la Universidad Iberoamericana. Todas ellas compartieron reflexiones en torno a la relevancia de cinco archivos que hoy constituyen fuentes invaluables para comprender la escena mexicana desde una perspectiva de género.

La iniciativa surgió de Edith Ibarra, coordinadora académica del ciclo y también del libro Relatos que producen memoria. Cinco archivos de mujeres de la escena en México. Esta publicación reúne y analiza los acervos de la actriz y empresaria Esperanza Iris, la escritora María Luisa Ocampo, y las escenógrafas Graciela Castillo y Félida Medina, así como de la actriz Aída Guevara. Dichos archivos, actualmente resguardados por el CITRU, no solo son preservados bajo criterios especializados, sino que también son estudiados, digitalizados y difundidos con el fin de que investigadores y estudiantes tengan acceso a ellos.

Durante su participación, Ibarra destacó la importancia de desmontar la idea de que las mujeres no son motivo de archivo. “Históricamente, se nos ha invisibilizado; este ciclo demuestra que nuestras trayectorias no solo merecen ser preservadas, sino que son fundamentales para comprender el desarrollo de las artes escénicas en México”, afirmó.

Cada archivo narrado en la mesa refleja dimensiones poco exploradas de la historia cultural. El Archivo María Luisa Ocampo, por ejemplo, reúne más de un siglo de trayectoria de esta escritora y gestora cultural, quien desde los años posteriores a la Revolución Mexicana abrió espacios inéditos para creadoras en un entorno hostil. Por su parte, Julieta Rivas explicó que el Archivo Esperanza Iris contiene documentos que abarcan de 1898 a 1952, y que permiten estudiarla no solo como actriz, sino como empresaria y dueña de teatro, adelantada a su tiempo en el ámbito económico y de gestión cultural.

La escenografía, históricamente dominada por hombres, también fue revisada desde los archivos de Graciela Castillo y Félida Medina. Castillo fue la primera mujer en egresar de la carrera de Escenografía de la Escuela de Arte Teatral del INBAL, en 1952, y con ello abrió un camino para nuevas generaciones. Medina, por su parte, dejó bocetos, maquetas, textos y fotografías que, según Patricia Ruiz, constituyen un verdadero “acto de resistencia” y muestran cómo la creación escenográfica también fue un terreno conquistado por mujeres.

Finalmente, Claudia Jasso abordó el archivo de Aída Guevara, actriz cuya labor en Baja California permaneció poco reconocida a nivel nacional. El rescate de su historia permitió cuestionar la visión centralista que ha dejado fuera a artistas del interior del país, invisibilizadas por una mirada androcentrista que privilegió a las figuras de la capital.

Las investigadoras coincidieron en que trabajar con estos archivos no solo aporta datos históricos, sino que también genera vínculos afectivos y nuevas formas de narrar la memoria. En conjunto, estas acciones refuerzan el papel del INBAL y del CITRU como instituciones clave para el resguardo y la difusión de la herencia cultural mexicana.

El ciclo Ex-Céntricas se perfila así como un espacio para replantear las memorias del teatro desde voces femeninas, evidenciando que la historia de la escena en México no puede entenderse sin la presencia y resistencia de las mujeres que la han construido.

Foto: KARLA GÓMEZ

Pie de foto: El ciclo Ex-Céntricas se perfila así como un espacio para replantear las memorias del teatro desde voces femeninas.