Las dos funciones se llevarán a cabo el 2 y 3 de septiembre, en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: “Bienvenido Conde Drácula”, de Lola Montoya.

“Bienvenido Conde Drácula”, la icónica puesta en escena que ronda por el imaginario colectivo de los tuxtlecos, celebra 35 años de trayectoria, de escenas que surgieron de las observaciones, reflexiones e imaginación inagotable de una dramaturga como lo fue Lola Montoya.
En entrevista, Aarón Vite, director escénico, mencionó que fue el 26 de agosto de 1987, cuando se estrenó “Bienvenido Conde Drácula”, en un auditorio que se encontraba en las instalaciones del Centro Deportivo y Cultura ISSTECH.
Por aquellas fechas, señaló que la maestra Lola Montoya tenía un grupo de teatro, con el que trabajó la historia, aquella que iniciaba al revés, desde el final, es decir con la fiesta, la risa que poco a poco fue creciendo y alimentándose hasta dar con la estructura que actualmente se conoce de la obra.
Precisamente, la obra narra la historia de la llegada de un aristócrata rumano, el mismísimo Conde Drácula, quien luego de vagar por el mundo, llega una noche de tormenta, a una casa habitada por espantos locales y de fantasmas que son personajes que representan los ademanes, dichos, ocurrencias y problemáticas actuales de los tuxtlecos.
El encuentro cultural, el instante que el Conde Drácula habla y calla para escuchar dichos tuxtlecos, que al ser expresados causa en un inicio extrañeza y curiosidad, sensaciones propias en los extranjeros cuyos ademanes y habla resultan igual de extraños, curiosos y ajenos a los sentidos de los tuxtlecos, parecen ser una réplica que procede de una visión etnográfica, antropológica; acostumbrada a estudiar los vínculos humanos, los cruces de manos entre culturas, que en la obra adopta la farsa, un género dramático que presenta a los personajes de la escena de manera caricaturesca para expresar aquella realidad oculta, ignorada o controlada.
“La primera función se realizó con el motivo del aniversario, no recuerdo el año del aniversario de la creación del ISSTECH, por eso nos presentábamos o estrenábamos una obra cada 26 de agosto. Así, la obra que inició como producto de un trabajo de taller empezó a tener mucho éxito, porque había mucha flexibilidad de parte de la maestra Lola Montoya para cambiar, modificar y agregar palabras, situaciones y algunas anécdotas que con los años fueron creciendo y quedando en el gusto del público”, añadió.
Desde hace 35 años atrás, la obra se ha presentado anualmente mediante la realización de dos o tres temporadas o una.
“Lo que hicimos este año fue recuperar de todos los libretos que encontramos y agregar los elementos que para nosotros eran necesarios y que también nos provocaban cierta nostalgia”, argumentó.
El surgimiento del personaje del Conde Drácula
“La referencias que se tienen con el Drácula de la novela homónima del escritor irlandés Bram Stoker, son ciertos elementos iconográficos que se toman en cuenta. En un principio cuando la obra se estrenaba y le preguntaban el nombre al personaje, él decía que se llamaba Bla Bazar”, señaló Aarón Vite.
De igual manera, resaltó que el nombre de aquel personaje alto, pálido con capa que distaba, en aquel entonces de ser el Drácula, provenía de una tienda que hace unos hace existía y quedó registrada en la historia de la ciudad como Aras Bazar, la única de aquel entonces que era conocida por los tuxtlecos, y, por tanto, la referencia del nombre del personaje derivaba en la risa que reconocía el surgimiento de un chiste local.
“Con el paso de los años eso se va modificando, se va cambiando y se le agrega otras escenas que tienen que ver específicamente con el hecho de ser un personaje con cierta literatura, que no era la literatura de Bram Stoker, sino que se citaba una parte de la escena decimonovena del tercer acto de Hamlet, el cual es un monólogo muy bonito y que eso precisamente se cambiaba por la aparición de un personaje que era un espiritista”, argumentó.
Originalmente, la obra tenía tres actos, era larga como los recuerdos que uno atesora como pequeños momentos de risas y epifanías gratas.
En memoria de Lola Montoya
Durante la entrevista, Aarón Vite aseguró que la maestra, Lola Montoya, empezó a escribir teatro para niños, aquellas primeras obras estaban directamente conectadas con temas ecológicos. Precisamente, su primera obra para niños se llama “Los valientes defensores de la naturaleza”, esta hablaba de niños que defendían la naturaleza y estaban en contra de los adultos que no modificaban su pensamiento.
“Lola Montoya escribía para Chiapas”, argumentó Aarón Vite, quien señaló que la dramaturga introducida a sus textos, temas políticos y risas, las que ella consideraba como un derecho importante.
Finalmente, es importante señalar las dos funciones se llevarán a cabo el 2 y 3 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, en el marco de celebración de los 35 años en escena de la puesta en escena “Bienvenido Conde Drácula”, en memoria de la maestra Lola Montoya.