Carlos Sánchez NOTICIAS

En esta temporada es cuando la venta se incrementa, pues la población busca calzados que se utilizan en el desfile del 20 de noviembre. – Foto: Carlos Sánchez

Nayeli Manríquez Suárez, es una comerciante de calzados artesanales del Mercado Juan Sabines de Tuxtla Gutiérrez, quien lleva más de 9 años con este negocio familiar el cual ha permitido ser el sustento para sus tres hijos.
En su local ubicado con el número 14, ofrece una gran variedad de productos, desde sandalias para damas hasta huaraches para niñas y niños. Explica que en esta temporada es cuando la venta se incrementa, pues la población busca calzados que se utilizan en el desfile del 20 de noviembre.
Los productos que ofrecen son adquiridos directamente con artesanos de varios municipios del estado como de otras entidades del país; ya que la idea es dar a conocer la cosmovisión de los pueblos originarios, para continuar con la tradición. Algunos de ellos son elaborados con piel de vaca y menciona que la ventaja es que son amigables con el medio ambiente.
“Tenemos de diferentes lugares, vienen de Sahuayo, Michoacán, de Tuxtla, tenemos algunos huaraches que los hacen en Berriozábal, tenemos un poco de variedad”.
A pesar de que la variedad de zapatos inundan los mercados y zapaterías de la ciudad, para muchas y muchos de los habitantes de Tuxtla Gutiérrez los diseños de los calzados artesanales continúan siendo los preferidos, ya que les proporciona identidad y son inculcados a las nuevas generaciones.
“Mucha gente que a veces ya no entra hace mucho tiempo a los mercados y a veces pasan y dicen ¡ay mira! Esos huaraches usaba cuando era niña, se los compran a sus hijos y pues gracias a Dios vuelven a regresar y la tradición sigue”.
Los precios oscilan entre los 140 y 400 pesos, al día se venden en promedio de 10 a 15 pares de calzados, siendo los huaraches los más buscados por la población. Por ello, confían en que durante el último bimestre del año las ventas repunten, debido a que es la época en que la gente recibe aguinaldo.
“Más que nada nos seguimos ayudando y el dinero sigue quedando aquí, no se va a otro lado, porque ya ves que hay muchas tiendas que ya venden importación y todo es chino y la verdad ese dinero no se queda, ese dinero se va”.
Señala que en el 2021 las ventas estuvieron bajas, pues los estudiantes aún no regresaban a la escuela al cien por ciento por la pandemia y eso provocó que muchos festivales no se realizaran, sin embargo, esperan “que realmente ahora sí se componga”.