Las pioneras que cimbraron el estadio en 1971 allanaron el camino para las generaciones venideras

Isabel Nigenda Noticias

En el año 1971, un acontecimiento trascendental sacudió los cimientos del mundo deportivo mexicano y marcó el inicio de un legado histórico que perdura hasta nuestros días. En un Estadio Azteca repleto de expectación y pasión, un grupo de mujeres se convirtió en finalista de la Copa Mundial Femenina de Fútbol, dejando una huella en la historia del deporte y en la lucha por la igualdad de género en México.
Esta gesta sin igual, que ninguna otra selección nacional ha logrado igualar desde entonces, trasciende más allá de la cancha. A pesar de su monumental logro, estas pioneras no han recibido la justa consideración en la memoria colectiva. A menudo relegadas a un segundo plano en comparación con los equipos masculinos, su hazaña ha permanecido en las sombras, esperando ser redescubierta y valorada por las generaciones presentes y futuras.
Sin embargo, la creación de la Liga MX Femenil en 2016 marcó un punto de inflexión en la historia del fútbol femenino en México. Este paso audaz y necesario reavivó la pasión y el compromiso de las mujeres que soñaban con patear un balón y competir al más alto nivel, al igual que sus contrapartes masculinas. A lo largo de estos años, la liga ha demostrado ser un semillero de talento y determinación, permitiendo que las jóvenes promesas del fútbol mexicano desarrollen sus habilidades y se conviertan en auténticas referentes.
Marion Reimers, una destacada analista deportiva y defensora de los derechos de las mujeres en México, ha asumido un papel fundamental en la visibilización y reconocimiento de estas historias. Reconocida como una de las 100 mujeres más influyentes en México, Reimers ha asumido la tarea de contar las historias de aquellas que dejaron su sudor en la cancha para convertirse en protagonistas del deporte nacional.
Su proyecto «Pioneras» no solo celebra los logros deportivos, sino que también arroja luz sobre los desafíos y barreras que estas mujeres enfrentaron en su búsqueda de igualdad en un campo tradicionalmente dominado por hombres.
Las pioneras que cimbraron el estadio en 1971 allanaron el camino para las generaciones venideras. Su valentía y determinación son un recordatorio constante de que el fútbol no tiene género y de que el talento y la pasión no conocen límites. A medida que las futbolistas mexicanas continúan cosechando éxitos y desafiando estereotipos, el legado histórico que comenzó hace más de 50 años sigue vivo y vibrante, inspirando a las jóvenes a luchar por sus sueños y a forjar su propio camino en el mundo del deporte.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: La historia del fútbol femenino en México.