Una presencia fundamental en esta celebración fue la de la Comunidad Zoque de Tuxtla Gutiérrez

 Karla Gómez NOTICIAS

Con una procesión cargada de fe y tradición, las calles de Tuxtla Gutiérrez se llenaron de color y espiritualidad para dar inicio a la esperada Fiesta de San Marcos, en honor al santo patrono de la ciudad, San Marcos Evangelista. Desde el Parque Bicentenario, cientos de personas se congregaron para participar en este acto solemne, acompañados por dignatarios de la Iglesia católica y fervorosos creyentes que, entre cantos y oraciones, mostraron su profundo vínculo con la figura del evangelista.

La Avenida Central se convirtió en el escenario de un encuentro entre lo sagrado y lo popular. El paso de la imagen sagrada de aproximadamente un metro de altura, engalanada con collares de flores y coronada con flor de mayo fue saludado con reverencia por los asistentes.

Una presencia fundamental en esta celebración fue la de la Comunidad Zoque de Tuxtla Gutiérrez, que aportó identidad y raíces al festejo. Sus danzas tradicionales, como el Yomoetzé y el Napapoketzé, acompañadas por los sonidos ancestrales del tambor y el carrizo, recordaron a los presentes la profunda conexión entre esta festividad y la herencia cultural de los pueblos originarios. Para la comunidad Zoque, San Marcos no solo es un símbolo religioso, sino uno de los santos más importantes de su cofradía, junto a figuras como la Virgen del Rosario, el Santísimo Sacramento y San Pascualito.

Cada año, la Fiesta de San Marcos se convierte en un espacio de reencuentro con la fe, de celebración colectiva y de expresión artística. Así, Tuxtla Gutiérrez honra a su santo patrono con un acto que trasciende lo religioso y se convierte en una manifestación viva de su identidad y memoria colectiva.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Cada año, la Feria de San Marcos se convierte en un espacio de reencuentro con la fe, de celebración colectiva y de expresión artística.