Karla Gómez NOTICIAS

Entre 1992 y 1993, el coreógrafo Vicente Silva Sanjinés llevó a cabo un proyecto artístico de gran impacto con los internos de la Colonia Penal Federal Islas Marías, un trabajo de nueve meses que dio origen a la obra Caleras. Ahora, más de tres décadas después, esta pieza regresa a los escenarios para contar historias de reclusión, resistencia y esperanza a través de la danza contemporánea. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, mediante el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Coordinación Nacional de Danza, invita al público a presenciar la temporada de Caleras en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, dentro del Centro Cultural del Bosque.
Vicente Silva Sanjinés, fundador y director de la VSS Compañía de Danza, destaca la importancia de esta temporada: “Es la primera vez que tenemos una temporada de largo aliento. Aplaudo que tengamos doce funciones en las que público, bailarines y creadores podamos crecer y compartir una historia de vida”. En aquella experiencia en Islas Marías, Silva Sanjinés trabajó con un grupo de colonos que recibían clases de danza contemporánea durante largas jornadas de doce horas, cinco días a la semana, lo que convirtió el proceso en una profunda vivencia colectiva.
Caleras representa un parteaguas en la carrera del coreógrafo, quien reconoce que la obra es “un sueño recurrente, un pensamiento constante”. La pieza aborda con sensibilidad y fuerza el poder transformador del arte para la rehabilitación de personas privadas de su libertad, dando voz y cuerpo a las emociones y vivencias de quienes estuvieron recluidos en aquel complejo penitenciario de Nayarit.
En línea con el estilo característico de la VSS Compañía, que desafía y cuestiona temas sociales desde una mirada crítica, Caleras traduce la experiencia de la prisión en movimiento, invitando al espectador a reflexionar sobre la libertad interior y la resistencia frente a las adversidades. Silva Sanjinés afirma: “Caleras es un atrevimiento. Un gesto que traspasa barreras y océanos para trascender y encontrar eco en espaldas, piernas y mentes con ganas de enfrentar y recordar que estamos vivos”.
La temporada de Caleras está programada hasta el domingo 27 de julio, con funciones los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, ubicado en Reforma y Campo Marte s/n. Esta puesta en escena es una oportunidad única para experimentar cómo la danza puede ser una herramienta poderosa de transformación social y personal, a través de un relato que sigue vigente y conmueve.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La pieza aborda con sensibilidad y fuerza el poder transformador del arte para la rehabilitación de personas privadas de su libertad.