Karla Gómez NOTICIAS

El concepto tradicional de “tercera edad” ha quedado obsoleto, pues ya no refleja la realidad de las mujeres adultas mayores en la sociedad actual. Esta categoría no alcanza a comprender las nuevas expectativas y posibilidades que ellas manifiestan, pues las mujeres mayores hoy viven con una visión renovada de su futuro, sus capacidades y sus derechos. En este contexto, la obra Sin fecha de caducidad, escrita y dirigida por Edurne Goded, emerge como una reflexión sobre la vejez, cuestionando los estereotipos que rodean el envejecimiento de las mujeres en México.
Presentada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el INBAL y producida por VERBO DELTA & MA.PA Producciones, esta pieza documental será escenificada en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque del 21 de marzo al 27 de abril. Con funciones los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas, la obra explora los temores con los que viven las mujeres a lo largo de su proceso de envejecimiento y abre la puerta a una conversación que busca revalorizar la vejez.
Inspirada en las palabras de la feminista española Anna Freixas, quien ha investigado el envejecimiento de las mujeres, la obra propone abrazar la vejez en lugar de temerla. Freixas defiende la palabra “vieja”, instando a reconocer la experiencia acumulada y el valor intrínseco de las mujeres más allá de los roles sociales tradicionales.
Con las actuaciones de Regina Flores Ribot, Mónica del Carmen y Tae Shimada Solana, y un equipo creativo que incluye a Anna Adriá en el diseño escenográfico, Isabel Campaña en la realización de video y Shanat Cortés como diseñadora de vestuario, Sin fecha de caducidad busca visibilizar las historias de esas mujeres que el mundo intenta ocultar. A través de un diálogo sincero y desafiante, la obra invita a celebrar las texturas, las experiencias y la sabiduría adquirida con el paso del tiempo.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: El concepto tradicional de “tercera edad” ha quedado obsoleto, pues ya no refleja la realidad de las mujeres adultas mayores.