Con un minuto de aplausos recibieron la urna con las cenizas del escenógrafo que proyectó y asesoró la construcción de 65 teatros

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. Pie de foto: Se apagaron las luces, pero sigue el teatro.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rindieron un homenaje al arquitecto y escenógrafo Alejandro Luna en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, en reconocimiento a la amplia trayectoria de quien dio vida a infinidad de escenarios en México y el extranjero.

De acuerdo a la Secretaría de Cultura, con un minuto de aplausos recibieron la urna con las cenizas del escenógrafo que proyectó y asesoró la construcción de 65 teatros, entre ellos, el Juan Ruiz de Alarcón y la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, quien fue titular de la Dirección de Teatro del Inbal, además de impartir clases en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Inbal y en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La ceremonia, que contó con la presencia de sus hijos, Diego y María, de sus nietos, amigos, alumnos y familiares, fue presidida por la subsecretaria de Diversidad Cultural, Marina Núñez Bespalova, y la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López.

A nombre de la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, la subsecretaria Marina Núñez Bespalova dio el pésame a la familia Luna y afirmó: “Esta puerta -del Palacio de Bellas Artes- está abierta a todos ustedes porque su papá la abrió, su papá está aquí desde hace muchos años, él está apoderado de este espacio y, por tanto, les corresponde a ustedes y, por supuesto, a toda la familia teatral que está aquí acompañándoles.

Durante su participación, recordó que el maestro Luna recibió un homenaje durante la Gala del 50 aniversario de la Compañía Nacional de Teatro y aprovechó para leer algunos textos escritos por alumnas y alumnos de Alejandro Luna, quienes, entre otras ideas, destacaron la generosidad, imaginación, creatividad e ingenio del escenógrafo.

«De manera directa o indirecta, los escenógrafos mexicanos tienen al maestro Luna como mentor y referencia. Siempre generoso, fue formador de numerosas generaciones de artistas, muchos de los cuales se desempeñan con éxito en la escena teatral contemporánea; así pues, sin temor a exagerar, puede decirse que la historia del teatro mexicano no puede entenderse sin la estela dejada por el paso de Alejando Luna, desde el último cuarto del siglo pasado y de lo que va del siglo XXI”, compartió.

Por último, mencionó que la gente de teatro y sus públicos establecen una verdadera cercanía, “los presentes sentimos hoy su ausencia; el teatro mexicano no se puede explicar sin la presencia y los aportes de Alejandro Luna. Se apagaron las luces, pero sigue el teatro”.