Bajo la sonoridad del tambor y el carrizo, se recrea una historia que se ha transmitido de generación en generación

Karla Gómez NOTICIAS

A poco más de 20 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, el pueblo de Suchiapa celebra una de sus festividades más entrañables y llenas de simbolismo: el Corpus Christi, una manifestación de fe que entrelaza lo sagrado con las costumbres ancestrales y el arte de la danza ritual.
Las actividades inician con el llamado del colmenero, un silbido tradicional que recorre la Cofradía y diversos puntos del pueblo, anunciando el inicio de la festividad. Desde ese momento, la comunidad se llena de fervor y color.
Familias completas se preparan para participar en la topada del Santísimo Sacramento del Altar, acompañando con devoción la imagen religiosa que recorre las calles. A su paso, los danzantes se convierten en protagonistas del rito: los Tigres, los Chamulas, el Calalá y el Gigante se integran al cortejo, danzan, se persignan y oran, manteniendo viva una de las tradiciones más antiguas de la región.

Bajo la sonoridad del tambor y el carrizo, se recrea una historia que se ha transmitido de generación en generación. Según la tradición oral, un hombre llamado Luciano Toalá escuchó una melodía en el monte y descubrió dentro de un árbol un panal con una hostia. Al regresar con los pobladores, fueron testigos de una visión sagrada: un tigre, un venado y una serpiente rendían culto al Santísimo Sacramento, mientras el venado se alimentaba de la miel sagrada.

Este relato da origen a la Danza del Calalá, una representación que se escenifica cada año con el propósito de espantar el mal, pedir una buena cosecha y reforzar la identidad comunitaria. En cada paso, en cada máscara, en cada oración, se manifiesta la fuerza de un pueblo que convierte su memoria en celebración viva.
La festividad de Corpus Christi en Suchiapa es más que una tradición religiosa; es un testimonio cultural que reafirma el vínculo entre la naturaleza, la espiritualidad y el patrimonio colectivo de Chiapas.


Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La festividad de Corpus Christi en Suchiapa es más que una tradición religiosa; es un testimonio cultural que reafirma el vínculo entre la naturaleza, la espiritualidad y el patrimonio.