Este año, Claudia Morales lanzó su segunda novela, «Cálao Bicorne», una obra que continúa explorando el tema de la migración
Karla Gómez NOTICIAS

Claudia Morales es una escritora y docente de escritura creativa que ha sabido entrelazar la realidad migratoria con la tradición oral. Con dos novelas publicadas, Morales ha logrado abordar temas universales desde una perspectiva profundamente personal y culturalmente arraigada.
Su primera novela, «No habrá retorno», es un mosaico polifónico que narra tres historias de migración a través de diversas voces y registros. La primera historia sigue a dos jóvenes centroamericanos que atraviesan Chiapas en su peligrosa travesía hacia Estados Unidos. La segunda, basada en hechos reales, relata la migración de dos periodistas norteamericanas que encontraron refugio en Chiapas durante el periodo del macartismo en los años 30. La tercera historia es la de un personaje que regresa a la casa de sus abuelos en busca de redescubrirse a sí mismo. Este debut literario le valió el premio Rosario Castellanos de Novela Corta en 2015.
Este año, Claudia Morales lanzó su segunda novela, «Cálao Bicorne», una obra que continúa explorando el tema de la migración, pero desde la perspectiva de Sara, una escritora que trabaja en Boston llevando casos de asilo de niños migrantes centroamericanos. A medida que interactúa con estos niños, Sara se cuestiona el papel de la escritura en un mundo donde las fronteras hieren cuerpos, almas y espíritus. Esta crisis artística es el núcleo de la novela, pero también ofrece una profunda reflexión sobre la escritura misma, inspirada por las narrativas orales de su abuela materna.
La influencia de la tradición oral en la obra de Morales no es accidental. Su abuela materna, recientemente fallecida, era una cuentista de historias tradicionales. Claudia recuerda con cariño cómo le preguntaba a su abuela sobre el origen de estos cuentos, a lo que ella respondía que los había aprendido de «la gente antigua» o de una húngara gitana con la que había trabajado. Estas historias, que oscilan entre la ficción y la realidad, fueron una parte fundamental de la infancia de la escritora y han dejado una huella indeleble en su estilo narrativo.
«Yo escribo para mis ancestros de una forma muy íntima», confiesa Morales. «Cuando pienso en escritura, siempre pienso en mi abuela contando historias y cómo esas historias eran una forma de cordón umbilical entre ella y miles de voces que existían antes».
Para Claudia Morales, la escritura no es solo una práctica artística, sino también un acto de resistencia cultural. Citando a Toni Morrison, la escritora enfatiza la necesidad de quitarse «el ojo del hombre blanco» de encima y reconoce que, aunque es crucial que las mujeres sean publicadas y premiadas, es igualmente importante que desafiemos y descentralicemos la figura patriarcal en la escritura misma.
En sus palabras: «No basta con que las mujeres sean publicadas y ganen premios, sino que es necesario que, desde nuestra propia práctica de escritura, descentralicemos la figura patriarcal desde el tejido de nuestra escritura».
Con su trabajo, Claudia Morales no solo contribuye a la literatura mexicana, sino que también ofrece una plataforma para reflexionar sobre temas contemporáneos. Su voz, que resuena con las historias de migración y la rica tradición oral de Chiapas, sigue tejiendo narrativas que conectan el pasado con el presente y el futuro, invitando a sus lectores a un viaje de introspección y descubrimiento cultural.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Con su trabajo, Claudia Morales no solo contribuye a la literatura mexicana, sino que también ofrece una plataforma para reflexionar sobre temas contemporáneos.