Mensabak, en lacandón significa “Señor que hace la lluvia” y está relacionado con el relámpago y la muerte

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: exposición temporal “Arqueología en Laguna Mensabak: una selva de símbolos”.

En la sala temporal del Museo Regional de Chiapas se encuentra la exposición temporal “Arqueología en Laguna Mensabak: una selva de símbolos”, dirigida por el Instituto de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo al texto de introducción de la exposición, la Laguna de Mensabak se localiza en las serranías de Chiapas en la Selva Lacandona. “Esta laguna fue ocupada desde el periodo denominado Preclásico, hacia el año 200 a.c. Después hubo un abandono de sus habitantes entre el año 300 d.c y 1200 d.c cuando solo fue visitada por peregrinos mayas”.
Según lo referido en el texto la “Laguna Mensabak está dominada por un cerro que emerge del agua (altépetl) y la abundante agua a su alrededor era importante para los mayas, los animales, peces y plantas. La ocupación más importante de los sitios arqueológicos en esta laguna fue a partir del año del año 1300 d.c. durante el periodo demoniado Posclásico Tardio, cuando sus habitantes mayas elaboraron múltiples pinturas rupestres y petrograbados que dan cuenta de un fuerte culto al agua”.
Igualmente, el texto señala que el nombre Mensabak, en lacandón significa “Señor que hace la lluvia” y esta relacionado con el relámpago y la muerte, como Tláloc.
Es importante señalar que la cultura maya es una de las culturas de mayor relevancia en la época prehispánica en Mesoamérica, sus orígenes se remontan hacia 1500 a.c.
Precisamente, la exposición aborda de manera gráfica las exploraciones arqueológicas en la laguna y otros cuerpos lacustres ubicados en la Selva Lacandona. Las investigaciones fueron realizadas en tierra firme y bajo el agua.
Los materiales arqueológicos que fueron recuperados durante las excavaciones realizadas alrededor de los riscos adornados con arte rupestre que aguardan diseños de Tláloc y de la serpiente emplumada indican que en estos espacios se llevaron a cabo comidas rituales, con las que los mayas se reunían para realizar ceremonias relacionadas con el agua y la muerte.
“Las investigaciones arqueológicas subacuáticas realizadas por buzos especializados, han permitido reconstruir la historia de uso de esta laguna, donde los antiguos mayas de la Laguna Mensabak y los actuales habitantes mayas-lacandones nos enseñan que el cuidado del agua y el control de su biodiversidad es fundamental para el sostenimiento para el sostenimiento de la vida”.