El Inbal resguarda importante acervo del artista zacatecano

Karla Gómez Noticias

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan al pintor, escultor y grabador Manuel Felguérez (Valparaíso, Zacatecas, 12 de diciembre de 1928- Ciudad de México, 8 de junio de 2020), en el 95 aniversario de su natalicio, cuyas búsquedas ofrecieron nuevas rutas para el arte mexicano.

Se sabe que en sus viajes a Europa como boy scout ¾los cuales realizó junto a su amigo de infancia, el escritor Jorge Ibargüengoitia¾ Manuel Felguérez se descubrió artista. A su regreso, se inscribió en la Academia de San Carlos, pero decidió regresar al viejo continente para ingresar a la Academia de la Gran Choumiére de París, Francia. Posteriormente, en 1951, entró a la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, y entre 1954-1955 el gobierno francés le otorgó una beca para estudiar en la Academia Colurossi, en París.

Artista de búsqueda incansable, su legado —recordó en entrevista Brenda Caro, jefa de Curaduría del Museo de Arte Moderno (MAM)— está fuertemente vinculado con la historia del recinto perteneciente a la Red de Museos Inbal, que además resguarda una colección en la que es posible conocer sus diversas etapas.

“El maestro Manuel Felguérez estuvo vinculado con el MAM desde su origen. Él fue parte de estos movimientos y agentes culturales, junto a Susana Gamboa y Carmen Marín, que abogaron por la apertura de un nuevo espacio, el cual diera cabida a nuevas propuestas artísticas que se distanciaban de la Escuela Mexicana de Pintura.

“Fue, y sigue siendo a través de sus obras, un protagonista del MAM”. Destacó que, a través de este museo, el artista buscó vincularse de forma directa con el público, participando en sus programas públicos, como Ven a tomar café. Pero, “algo que me parece importante recordar es que fue un asiduo visitante. No era extraño encontrarlo recorriendo las exposiciones y nunca solicitó una atención especial para esto, sino que lo hacía como un visitante. De esta manera generó distintas formas de relacionarse con el museo, lo que hizo que su presencia fuera más entrañable”.

Explicó que, más allá de ser catalogado dentro del movimiento de la Ruptura, un concepto que atribuyó la crítica Teresa del Conde para hablar sobre su generación, fue parte de un grupo de artistas que compartieron intereses, “como la necesidad de distanciarse del discurso estético previo, el cual les parecía que no podía expresar lo que buscaban en términos artísticos, así como inaugurar otro tipo de espacios e iniciativas, como el Salón Independiente, y generar diálogos con las instituciones culturales. Pero nunca se asumieron como la Ruptura”.

Foto: Cortesía.

Pie de foto: Es recordado en el 95 aniversario de su natalicio.