Un viaje al cuidado del planeta
Karla Gómez NOTICIAS
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en colaboración con Teatro de la Materia y Avuelopajaro, presentan una puesta en escena conmovedora y reflexiva: Iris, una niña sin fin. Esta creación colectiva, dirigida por Esteban Herskovits, se estará presentando en la Sala CCB del Centro Cultural del Bosque del 16 de noviembre al 15 de diciembre, con funciones los sábados y domingos a las 12:30 h.
Con una historia que entrelaza la fantasía y la realidad, la obra está dirigida principalmente a niñas y niños, pero su mensaje trasciende generaciones. A través de la actuación de Paolina Orta y Edwin Torres, quienes también se encargan de la animación, Iris, una niña sin fin explora temas fundamentales como el cuidado del medio ambiente, la empatía y la toma de decisiones críticas en un mundo caótico.
La trama sigue a Iris, una niña que ha crecido en una comunidad rural, donde ha aprendido a valorar la importancia del agua y la naturaleza. Un día, al no encontrar a su amigo Armandillo, Iris emprende un viaje a la ciudad para buscarlo. En su camino, conoce a Mon, un niño urbano que enfrenta los problemas del mundo con determinación. Juntos vivirán aventuras que les enseñarán valiosas lecciones sobre el respeto por el entorno y la vida misma.
Una de las características más innovadoras de esta obra es la interacción con el público. Las y los espectadores tendrán la oportunidad de participar activamente en la historia, eligiendo el camino que Iris debería seguir ante la problemática del agua. De esta manera, la obra se convierte en un viaje colectivo, donde la reflexión y el diálogo se mezclan con el juego para crear un final imaginado en conjunto.
“Iris es un puente que abre camino hacia otros territorios para compartir otra forma de mirar la vida”, afirma Paolina Orta, actriz y titiritera. A través de la visión de su personaje, la obra invita a cuestionar los desafíos del mundo moderno y a encontrar nuevas perspectivas que, desde la empatía y el respeto, conduzcan a soluciones más sostenibles.
Con un diseño de iluminación a cargo de Sara Alcantar y una atmósfera sonora creada por Shanttal Saad, Iris, una niña sin fin busca dejar en el público una reflexión profunda sobre el impacto de nuestras acciones diarias en el planeta. Más allá de su enfoque ecológico, esta obra es un llamado a la conciencia social, visibilizando la lucha por la protección del medio ambiente y el cuidado de los recursos naturales.
A través de esta entrañable historia, Herskovits y su equipo ofrecen una invitación a ser críticos, a defender la vida y a cultivar el amor en medio de la complejidad de la existencia. Iris, una niña sin fin no solo es una obra para disfrutar en familia, sino una ventana hacia un mundo donde el compromiso con el planeta es el camino para un futuro más justo y esperanzador.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: una obra que invita a cuidar la vida y el entorno natural.