La exhibición de Damián Ortega en el Palacio de Bellas Artes provoca debate y admiración

Karla Gómez NOTICIAS

La fusión de arte, reflexión social y maestría técnica alcanza su cénit en la obra de Damián Ortega, uno de los artistas contemporáneos más influyentes de México. En una colaboración sin precedentes entre la Secretaría de Cultura federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA) y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), se presenta «Damián Ortega: Pico y elote», una exposición que arroja luz sobre más de tres décadas de trayectoria artística de este destacado creador.
El pasado martes 9 de abril, el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para recibir al público en esta memorable muestra, que marca un hito en la carrera de Ortega y en la historia del arte contemporáneo mexicano. Durante la inauguración, el artista expresó su emoción por la recepción de su obra en este icónico recinto cultural: «Llegar al Palacio de Bellas Artes significa mucho para mí, porque fue un largo camino andado y lo entiendo como un reconocimiento no solo para mí, sino también para toda la gente con la que he colaborado».
Las palabras de Ortega resonaron con gratitud hacia aquellos que han sido fundamentales en su viaje artístico, desde colegas y colaboradores hasta los equipos detrás de las galerías y museos involucrados en esta exposición sin precedentes. En un gesto de aprecio hacia la colaboración y el esfuerzo colectivo, el artista reconoció la importancia de contar con un sólido respaldo en la realización de su visión creativa.
La muestra, curada magistralmente por José Esparza Chong Cuy, ofrece una mirada cuidadosa y reflexiva sobre el trabajo de Ortega a través de tres ejes curatoriales: cosechar, ensamblar y colapsar. Estos ejes temáticos exploran no solo la destreza técnica del artista, sino también su profunda preocupación por las dinámicas sociales, políticas y económicas que moldean la realidad contemporánea de México.
En el eje «Cosechar», Ortega reflexiona sobre la transformación de las técnicas de producción locales frente a la influencia de la inversión extranjera y la industrialización. Obras emblemáticas como «Pico cansado» (1997) y «Elote clasificado» (2005) destacan la complejidad de la cultura material y social del trabajo en México, advirtiendo sobre los riesgos asociados con la introducción de los transgénicos en la agricultura.
«Ensamblar» presenta la postura crítica de Ortega hacia las compañías transnacionales y la industria del ensamblado automotriz en México. Obras como «Objeto cósmico» (2002), que muestra un Volkswagen Sedán desensamblado, y «Controlador del universo» (2007), una instalación que hace referencia al mural de Diego Rivera, subrayan la influencia de la producción industrial en la identidad urbana de México.
Finalmente, en el eje «Colapsar», Ortega aborda las amenazas ambientales derivadas de las condiciones laborales precarias y la explotación de los recursos naturales. A través de escenarios distópicos, como el «Edificio gorila» (2019), el artista advierte sobre las fuerzas destructivas del sistema de producción globalizado y las máquinas que han transformado el medio ambiente.
Además de las 82 obras expuestas, la muestra incluye piezas inéditas y una cuidadosa selección de textos escritos por destacados especialistas y conocedores de la obra de Ortega. Este catálogo, posible gracias al apoyo de la Fundación Mary Street Jenkins, complementa la experiencia de la exposición, ofreciendo una profundización en el pensamiento y la práctica artística del aclamado creador mexicano.
«Damián Ortega: Pico y elote» es más que una exposición; es un testimonio del poder del arte para cuestionar, reflexionar y transformar nuestra comprensión del mundo que nos rodea. A través de su obra, Ortega nos invita a contemplar las complejidades de la sociedad contemporánea y a imaginar nuevas posibilidades para el futuro. Su legado perdurará en el corazón y la mente de aquellos que se sumerjan en la magia de sus creaciones en el Palacio de Bellas Artes.

Foto: Cortesía
Pie de foto: Las palabras de Ortega resonaron con gratitud hacia aquellos que han sido fundamentales en su viaje artístico.