Tras dos años de mantenerse sin celebraciones, habitantes de Copoya nuevamente llenaron de color y alegría las calles

Daniela Grajales NOTICIAS

Parachicos y chiapanecas danzaron en las principales calles de Copoya, para concluir los festejos a la Virgen del Rosario. – Foto: Daniela Grajales

Parachicos y chiapanecas danzaron en las principales calles de Copoya, para concluir los festejos, niños de escuelas de esa comunidad asistieron con sus padres para dar las ofrendas a la Virgen del Rosario, quien aseguran es milagrosa.
“Me gusta vestirme, mi mamá me trajo para venir a la iglesia”.
El párroco de la parroquia de la Candelaria, mencionó que hace dos años no celebraron a la Virgen del Carmen por el tema del Covid, sin embargo, los lugareños esta vez asistieron con más fervor a la iglesia.
“Esta ocasión más de 120 niños asistieron, por dos años no hicimos nada, pero esta vez hay más gente, es la devoción y sobre todo aquí en Copoya la tradición sigue vigente”.
Cabe destacar que desde el día primero de octubre, la Mayordomía zoque de Tuxtla Gutiérrez se prepara con las fiestas en torno a la virgen del Rosario, ésta es considerada la mayor fiesta zoque, pues la virgen es la imagen principal de la Mayordomía.
En este día las y los maestros ramilleteros comienzan con la elaboración de los Joyonaques (ramilletes), que servirán para ser colocados en un arco y posteriormente en el altar como ofrenda para la virgen.
Ritual de la bañada del ramillete y las flores de mazorca
Uno de los elementos que destaca al arco con los ramilletes, son las estrellas hechas con mazorca y flores, estas representan las estrellas del cielo, dos estrellas de mazorca representan los ojos de la virgen Santa Lucia y las tres estrellas también representan las tres divinidades: Padre, hijo y espíritu Santo.
Una vez terminado este proceso, el maestro tira agua hacia arriba y hacia los lados, donde está la gente, y esto es para que Dios y la virgen intercedan con las lluvias durante el año.

Todo este ritual va acompañado por la música de tambor y carrizo por los músicos tradicionales y al terminar el arco es llevado entre hombres en una procesión y es colocado en el altar donde depositarán esta ofrenda para la virgen del Rosario, patrona de los zoques de Tuxtla.
En este día las personas visitan la Iglesia recuerdan el origen del monumento de la Virgen del Rosario, de acuerdo con datos históricos, la Virgen María apareció en el año de 1208 con un rosario en las manos en una capilla del monasterio de Prouilhe en Francia, al presbítero castellano Domingo de Guzmán, a quien enseñó a rezar y pidió que lo predicara entre los hombres.
Desde entonces la Virgen ofrece quince promesas a las personas que recen el rosario, entre ellas se encuentran; Protección especial, ayuda en las necesidades, disminución del pecado, abundancia de misericordia para las almas, recepción de los sacramentos antes de la muerte y la liberación del purgatorio.