Cualquier ciudad debe conmemorar sus fechas simbólicas

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: Tuxtla es nuestra.

El 11 de agosto se conmemoran los 130 años de Tuxtla Gutiérrez como capital del Estado. Al respecto, el geógrafo y promotor cultural Roberto Ramos menciona que cualquier ciudad debe conmemorar sus fechas simbólicas con acciones que fortalezcan su identidad y construyan ciudadanía.
«No hay que olvidar que una ciudad es un proyecto de vida en común para miles o millones de personas. En el caso de una capital, la celebración tendría que ver, además, con el papel que juegan las ciudades con ese rango en el entramado urbano y demográfico de un territorio mayor; en este caso, Chiapas respecto a Tuxtla», destaca.
En tanto, al cuestionarle qué es habitar una ciudad, indica que es la negociación permanente, constante, individual y grupal para posibilitar el entrecruzamiento más positivo posible de derechos, deseos, aspiraciones, fobias, paisajes personales y memorias.
«Como dijo Borges de Buenos Aires, nos une la ciudad, el amor y el espanto. No siempre es fácil habitar una ciudad llena de defectos y retrasos, muchas veces hostil. Sin embargo, con una cierta disposición se puede descubrir que ofrece muchísimos motivos de curiosidad y admiración», menciona.
Sobre las características debe tener una ciudad, comparte que debe de tener la infraestructura y los servicios que hagan que las negociaciones entre sus habitantes y de estos con su lugar de residencia sean lo más dignas y amables posibles.
«Esto significa aspectos de trabajo, educación, salud, ocio, ambiente, entre otros. En el caso de Tuxtla, por ejemplo, a pesar de sus dimensiones y su importancia, se sigue careciendo de un sistema de transporte eficaz y digno, y esa es una de muchísimas carencias más», apunta.

¿Qué es Tuxtla?

Para mí, es mi ciudad, donde nací y crecí y donde vivo, trabajo y disfruto. La comparto con cientos de miles de personas más que, en conjunto, le han impreso a lo largo del tiempo características que forman las identidades múltiples del ser tuxtleco. Cada uno la verá de manera distinta y sobre todo la vivirá de manera diferente y, lamentablemente, para muchísimas personas de maneras precarias y sumamente hostiles».

¿Tuxtla habita a sus habitantes?

Sí. A partir de la construcción del paisaje personal de cada uno de ellos. Ese paisaje es la suma de elementos naturales y culturales, tangibles e intangibles que construyen la idea de la ciudad. Cuando los elementos coinciden, estamos hablando del paisaje colectivo que nos identifica como parte de la ciudad.

¿Cómo nos representa Tuxtla?

Preferiría pensar lo contrario: cómo nosotros la representamos. La ciudad tiene muchos retos y problemas sin resolver y no parece cercana una época de esplendor. Tendríamos como habitantes de Tuxtla que repensar nuestras capacidades de negociación y de gestión entre nosotros y los paisajes que nos representan para plantearnos soluciones a largo plazo, más generosas. Tenemos que aprender que Tuxtla es nuestra, no de los que detentan algún tipo de poder. Tal vez, sería bueno volver a la idea de grupo que le dio nombre. Volver a ser los conejos de la palabra Tochtlan.