El corrido revolucionario se convirtió en un elemento fundamental de la transformación de México

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – Los corridos populares sirven como una valiosa fuente histórica.

En el marco de las conmemoraciones del «Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo» y en honor al centenario de su fallecimiento, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), invita a la conversación titulada «Francisco Villa a través de los corridos de la Revolución mexicana». El evento se llevará a cabo el próximo miércoles 14 de junio en el Palacio de Cultura de Tlaxcala.
La revisión de las composiciones populares dedicadas al célebre revolucionario, también conocido como el Centauro del Norte, se llevará a cabo en dos sesiones, con música grabada y un análisis contextual a cargo del historiador Daniel Librado Luna. El evento se realizará de manera presencial en el Palacio de Cultura de Tlaxcala, sede de la Secretaría de Cultura federal, a las 11:00 y 14:00 horas.
Los corridos, aunque no tienen una fecha de origen precisa, tienen raíces ancestrales que se remontan a las composiciones vulgares surgidas en Europa desde el siglo XIV y que eran cantadas por juglares. Estas antiguas tradiciones musicales llegaron a tierras mesoamericanas a través de los invasores españoles y florecieron en forma de coplas, versos y décimas, como una forma de compartir noticias sobre hechos y personajes destacados, así como de expresar admiración por sucesos extraordinarios.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el corrido mexicano se estableció como un género literario y musical, alcanzando su plenitud y desarrollo máximo durante la Revolución mexicana, una época llena de eventos y personajes que merecían ser narrados y compartidos.
El corrido revolucionario se convirtió en un elemento fundamental de la transformación de México, tanto a nivel histórico como social. Su uso y difusión involucró a diversos actores y se convirtió en una herramienta política, ideológica e histórica. La preservación y recuperación de estos corridos también formaron parte de esa circunstancia.
Estas canciones revolucionarias enriquecieron la tradición oral de la cultura mexicana y permitieron informar a la gran mayoría de la población analfabeta sobre los sucesos que estaban transformando el país durante la Revolución.
Además, los corridos populares sirven como una valiosa fuente histórica y una herramienta de consulta tan importante como el grabado, la fotografía y la música.
Francisco Villa trascendió en los corridos debido a su carisma y a sus cualidades personales innatas, adquiridas a lo largo de su accidentada vida, desde su origen como peón de hacienda hasta convertirse en bandolero y finalmente en revolucionario, luchando por el bienestar de su pueblo.