Karla Gómez NOTICIAS

En el vibrante panorama cultural de la Ciudad de México, donde las manifestaciones artísticas y el ingenio se entrelazan para dar forma a nuevas experiencias, se erige un espacio único: la Zona Lúdica de ABJ en el Centro de Tecnologías Creativas Grace Quintanilla, una joya bajo el resguardo de la Secretaría de Cultura federal.
Concebida como un oasis para el aprendizaje y la diversión, la Zona Lúdica es mucho más que un simple rincón de entretenimiento. Es un lugar donde la tecnología se fusiona con la creatividad, donde el juego se convierte en un vehículo para el desarrollo cognitivo y físico, y donde la comunidad se forja en torno a la exploración crítica y colaborativa.
El nombre «ABJ», acrónimo de Aprendizaje Basado en Juegos, nos evoca la laboriosa actividad de las abejas en su colmena. Así, este espacio se erige como un enjambre de posibilidades, donde cada individuo es una pieza clave en la construcción de un ambiente enriquecedor.
Detrás de esta iniciativa innovadora se encuentran dos mentes inquietas y comprometidas: Oralia Sánchez y Said Mejía, estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) que, como parte de su servicio social, han dado vida a este proyecto colaborativo. Su visión abarca cinco pilares fundamentales: ofrecer un entretenimiento saludable, proporcionar un espacio seguro para la recreación, fomentar el aprendizaje a través del juego basado en la teoría de Jean Piaget, facilitar la integración de la tecnología en la vida cotidiana y promover la inclusión de los jóvenes en comunidades alternativas.
Diseñada para cautivar tanto a niños, niñas y jóvenes como a aquellos que conservan la chispa de la juventud en su corazón, la Zona Lúdica abre sus puertas de lunes a viernes, de 11:00 a 18:00 horas. El acceso es sencillo: basta con registrarse y se dispone de un tiempo determinado para disfrutar de las instalaciones.
En este refugio de la creatividad, las risas resuenan, las mentes se agudizan y los lazos se estrechan. La Zona Lúdica no solo es un espacio de juego, sino un ecosistema donde florecen las ideas, donde se despiertan las pasiones y donde se teje el futuro de una sociedad conectada y consciente de su potencial. Así que, ¿qué esperas? Únete a la colmena de la creatividad tecnológica y descubre un mundo donde aprender es sinónimo de diversión.

Foto: Cortesía
Pie de foto: En este refugio de la creatividad, las risas resuenan, las mentes se agudizan y los lazos se estrechan.