El papel jerárquico de las mujeres mixtecas

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – Para esta recreación se utilizaron materiales museísticos.

De acuerdo a informes, artesanas y especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han logrado reproducir el traje de la princesa 6 Mono o Ñuñuu, heredera del señorío de Jaltepec durante el siglo XI, con la intención de mostrar el papel jerárquico de las mujeres mixtecas durante el periodo Posclásico (900-1522 d.C.). La recreación se basó en la arqueología vivencial y el recreacionismo histórico, y tuvo como objetivo la divulgación científica y derribar arquetipos que asociaban lo femenino únicamente con aspectos domésticos durante la época precolombina.
La princesa 6 Mono, nacida en 1073 d.C., fue la última hija de la señora 9 Viento y el señor 10 Águila, y debido a que sus hermanos fueron sacrificados, quedó como única heredera del yuhui tayu, o señorío de Jaltepec. Se la conoce como dzico yecu, o “Quechquemitl de Guerra”, gracias a sus victorias en combates.
Según el arqueólogo Daniel Santos, no se han encontrado representaciones cerámicas de esta mujer, pero sí en pieles sagradas y códices. Para reproducir su indumentaria, se recurrió a los códices Nutall, Selden, Colombino y Bodley, en los que se la representa como gobernante y guerrera, con un tocado trenzado, orejeras, huipil, falda, quechquemitl de serpiente o de guerra, y su nombre calendárico.
Para esta recreación se utilizaron materiales museísticos, como madera de encino con incrustaciones de pedernal para las macanas y lanzas, plumas de ave de corral y caña entretejida en los escudos, e imitaciones de piedra verde y cascabeles de latón para los adornos del collar y brazos. En cuanto a la manufactura textil, las tejedoras Cristina y Victoria Aguilar tardaron seis meses en su elaboración, mediante el uso del telar de cintura. Los símbolos del quechquemitl o dzico ostentan los colores de la serpiente de cascabel, vistos en la Lámina 5 del Códice Selden, mientras que los motivos o grecas corresponden a la estera donde se postra 6 Mono, grabados en la Lámina 8 del mismo manuscrito.
El equipo consideró la proporción antropométrica del traje para que correspondiera a la constitución de los individuos de la época prehispánica de la región Mixteca, por lo que eligieron a la cantante Edith Aparicio Martínez como portadora del mismo. Aparicio Martínez se sintió honrada de ser considerada y afirmó que la prenda representa un emblema del empoderamiento de la mujer indígena.
Una cápsula con los testimonios de los participantes del proyecto fue estrenada en INAH TV, en el marco del Día Internacional de la Mujer, y se buscará exhibirla en Tlaxiaco, Oaxaca, para promover el sentido de pertenencia entre sus habitantes.