El concierto, que integra piezas poco difundidas, estará dirigido por los maestros Ludwig Carrasco y Carlos Aransay
Isabel Nigenda Noticias
La Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) y el Coro de Madrigalistas, ambas pertenecientes al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), compartirán el escenario de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes para ofrecer un programa enfocado a la recuperación del patrimonio nacional mexicano y sus compositores, al interpretar obras que han sido poco difundidas. La cita es el próximo jueves 10 de noviembre a las 20:00 horas.
El mismo concierto, que forma parte del quinto programa de la segunda temporada 2022 de la OCBA, será presentado también en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (CNM) del Inbal, el domingo 13 de noviembre a las 12:00 horas, así lo da a conocer la Secretaría de Cultura.
“En esta ocasión presentaremos el trabajo de dos compositores poco conocidos: Mariano Elízaga y Salvador Contreras, este último formó parte del movimiento nacionalista junto con Silvestre Revueltas, Carlos Chávez, Blas Galindo y José Pablo Moncayo, pero después de su muerte pasó desapercibido”, comentó en entrevista el director de la OCBA, Ludwig Carrasco a la dependencia cultural.
Señaló que estará a cargo de dirigir las obras Homenaje a Carlos Chávez que escribió Salvador Conteras como un reconocimiento realizado tras la muerte de su gran maestro; y Provincianas, del mismo compositor, “y que originalmente era un ballet con cuatro danzas que representan los aspectos de la vida en provincia y que integra música popular y muy agradable con un lenguaje moderno”.
Asimismo, Informó que el director del Coro de Madrigalistas, maestro Carlos Aransay, dirigirá las piezas Liberame Domine y Miserere, ambas de Mariano Elízaga, “las cuales se han recuperado gracias al trabajo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Música (Cenidim) Carlos Chávez que ha realizado el rescate y la edición de estas obras que presentará por primera vez la OCBA y el Coro de Madrigalistas”.
Explicó que cuando una orquesta interpreta su repertorio tradicional ya sabe a lo que se va a enfrentar, sin embargo, interpretar obras de un repertorio que es desconocido requiere generar esa tradición musical desde el principio: “Tenemos que ver primero los materiales, revisar que todo este correcto y hay que conocer el carácter de cada obra. Difícilmente se sabe como interpretar a Elizaga y hay crear una manera de hacerlo. Es un trabajo bastante complejo sobre todo porque no hay un antecedente”.
“Es también una oportunidad para crear un camino que otros van a transitar después, pero que hay que construir muchas cosas para que sea una presentación lo más exitosa posible para el público. Nuestro repertorio es muy particular, en el sentido de que es distinto a lo que hacen las orquestas sinfónicas. El repertorio para las orquestas de cámara es más limitado en cantidad, pero no en calidad, y uno de nuestros objetivos es dar personalidad a la Orquesta de Cámara en la que se pueda identificar que tenemos como prioridad la música mexicana y sus compositores, y en ese sentido hemos hecho muchos estrenos y recuperaciones”.
