En su obra podemos encontrar temáticas diversas que van desde problemáticas sociales hasta familiares

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. Pie de foto: Carlos Olmos, personaje representativo de la literatura chiapaneca.

«Carlos Olmos es uno de los personajes más representativos de la literatura chiapaneca, específicamente el dramaturgo más importante del siglo XX en Chiapas», menciona en entrevista el actor y director Carlos Ariosto, sobre el dramaturgo que el próximo 13 de octubre cumplirá su 19 Aniversario Luctuoso.

Asimismo, afirma que, destacado por su sensibilidad en las artes, la cercanía con personalidades como Luis Alaminos o Martha Arévalo, le inspiran a forjar su trayectoria primero como actor y después como dramaturgo, que es donde se desarrolla su potencial creativo.

«En su obra podemos encontrar temáticas diversas que van desde problemáticas sociales hasta familiares, pasando por la psique del individuo y por sus tipos de relaciones o de cómo relacionarse en un contexto chiapaneco y mexicano. La conformación del tipo de familias, sus usos y tradiciones, las problemáticas y cosmovisión de cómo estaban integradas en la sociedad, son ejes temáticos que encontramos en la mayoría de sus obras», comparte el entrevistado sobre el autor tapachulteco.

De igual forma, comenta que, el escritor de Cuna de lobos y Eclipse, aportó a la dramaturgia en Chiapas, un retrato de la familia chiapaneca del siglo XX, un compendio de sus problemáticas y formas de ser de ciertos sectores de la sociedad y la visibilidad de la dramaturgia y de la creación artística existente en chiapas.

«Abordó temas variados, pero sobresalen las temáticas sociales donde el individuo se enfrenta a lo social, sus tabúes y condicionamientos. Sus personajes están construidos de manera magistral, son complejos, donde la condición humana de los mismos es potenciada», indica Carlos Ariosto.

El entrevistado añade que conoció a Carlos Olmos a través de la lectura de sus textos en talleres de teatro universitario, después asistiendo a varias de sus puestas en escena y posteriormente, a través de sus amigos como Javier Orozco Palavicin: «La amistad entre ellos permitió conocerlo y coincidir en algunas de sus visitas a Chiapas. En lo personal me gusta mucho ‘Atardecer en el trópico’ y ‘El Eclipse’ en ambas se retratan personajes de la Costa de Chiapas, el contexto chiapaneco y problemáticas sociales que aún tienen vigencia», puntualiza.