El 4 y 5 de diciembre se presentó la puesta en escena “La extraña desaparición de las luciérnagas”

Isabel Nigenda NOTICIAS

Foto: Isabel Nigenda.
Pie de foto: Escenas de la puesta en escena “La extraña desaparición de las luciérnagas”, de Abraham Salomón.

Como parte del Circuito Nacional de Artes Escénicas en Espacios Independientes, en el marco del Programa Chapultepec, Naturaleza y Cultura, la compañía de Trilobite Teatro, residente de La Locomotora Foro Escénico, Oaxaca y Ranas de Laboratorio, Puebla presentó el 4 y 5 de diciembre en La Puerta Abierta, la puesta en escena “La extraña desaparición de las luciérnagas” de Abraham Salomón.

Bajo la dirección de Abraham Salomón y Raisa Robles, la puesta en escena contó con la actuación de Rocio Tisnado y Rodrigo del Mar. La musicalización estuvo a cargo de Raisa Robles y Javier Jarquín.

En entrevista, Rodrigo del Mar mencionó que la dramaturgia de Abraham Salomón surge en torno del nombre Oceana, personaje que nació en el imaginario del dramaturgo a partir de un viaje a Mazunte, un pequeño pueblo sobre la costa del Pacífico en Oaxaca.

Según Rodrigo del Mar, para Abraham Salomón el personaje de Oceana, representa la libertad de ver y conocer el mundo. De manera paralela, por la cercanía que el dramaturgo ha tenido con casos de ansiedad, surgió el personaje de Ismael. Dichos personajes, conforman el universo de la obra.

De acuerdo a la sinopsis de la obra, Oceana hija de la playa e Ismael esclavo de su ansiedad, emprenden un viaje personal. Sin saberlo, han nacido el mismo año, el mismo mes y el mismo día, pero en diferentes lugares. Ambos, por razones distintas, llegarán a un punto de encuentro.

En escena, la escenografía de la obra se remite a una tarima de madera rectangular con relieves que semejan dos olas del mar. Desde aquel espacio, los personajes, interpretados por Rocio Tisnado y Rodrigo del Mar, intercambian diálogos, y realizan pequeños monólogos que dejan entrever fragmentos de sus vidas. Por un lado, Oceana, cuenta como desde la venta de su casa conversa y da indicaciones a extranjeros, quienes al igual que su madre, una francesa, portan en la mirada curiosidad, las ansias de ir hacia la búsqueda que conduce al encuentro con la felicidad, la que solo es dada por la naturaleza, los amigos de viaje y las pequeñas cosas que habitan en la cotidianidad.

De igual manera, Ismael narra aquellas historias de lucha con su creciente ansiedad proveniente del ruido y el caos de una ciudad, que conforme va adentrándose en los trajes de oficina le demanda cubrir largas jornadas de trabajo que solo tiene como objetivo sobrevivir.

De igual manera, la escenografía cuenta con dos sillas en los extremos, desde aquellos lugares se encuentran los músicos Raisa Robles con una guitarra acústica y Javier Jarquín con elementos de percusión (un juego de platillos y bongos).

Es así como, la puesta en escena “La extraña desaparición de las luciérnagas”, conduce a los espectadores a observar el viaje de dos seres destinados a conocer y enamorarse, pero por la violencia, aquella que surge en las armas, aquella historia de encuentro, es abruptamente interrumpida.