El lanzamiento se da en el día en que el escritor cumpliría 97 años; los hijos del autor rescatan el manuscrito, ya que su padre decía que no servía y quería destruirlo

LA RAZÓN

Los décadas después de que su última novela —Memorias de mis putas tristes— saliera a la luz y a 10 años de su fallecimiento, hoy llega a las librerías de México En agosto nos vemos, la novela inédita del escritor Gabriel García Márquez, uno de los artífices de la corriente conocida como realismo mágico. El lanzamiento coincide con su fecha de nacimiento, pues llegó al mundo un 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia, y estaría cumpliendo 97 años.
La historia gira en torno a Ana Magdalena Bach, una mujer madura que cada año visita una isla del Caribe colombiano donde está la tumba de su madre. Entonces decide aventurarse fuera de su matrimonio y entregarse a tiernos noviazgos de una sola noche para encontrar pasiones renovadas y entusiasmos pasados.
Gonzalo García Barcha, hijo de Gabriel García Márquez, dijo a La Razón de España que su padre en algún momento comento que “este libro no sirve, hay que destruirlo”; sin embargo, él y su hermano decidieron conservarlo.
La determinación respondió a que el Nobel de Literatura (1982) ya había desarrollado para entonces Alzheimer, motivo por el que no podía darle un remate al libro, además de que muy probablemente el juicio de Gabo sobre la obra era demasiado radical.
“Respetamos parte de su voluntad, pero no toda. Jamás se nos hubiera ocurrido destruir el original, aunque no fuéramos a editarlo nunca. Por este motivo, lo envíamos al Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, en Austin, donde se conservan sus papeles y el resto de manuscritos originales de sus otros títulos”, explicó.
Gonzalo García Barcha, ayer durante la presentación del libro en Madrid.
Gonzalo García Barcha, ayer durante la presentación del libro en Madrid.Foto: Reuters
En este sentido, Gonzalo externó que la obra permaneció ahí durante todo este tiempo y, aunque no estaba digitalizada, podía ser consultada por los estudiantes, curiosos o especialistas que lo desearan. Además, aclaró que “no la tocamos, no hicimos nada con ella”. “Periódicamente, algún amigo o periodista que la había leído nos comentaba algo. También empezaron a publicarse reseñas y eran positivas. Eso nos animó a releerla hace un par de años con detenimiento. Nos daba pena porque la obra de Gabo quedaba truncada con este libro. Tampoco queríamos hacer misterio con esta novela y al volver sobre ella nos dejó la impresión de que, con ayuda de su editor, Cristóbal Pera, podíamos lograr una edición que estuviera a la altura. Por este motivo decidimos publicarla”, añadió.
Durante la presentación de la obra póstuma —bajo el sello Random House— en el Instituto Cervantes de Madrid, ayer, Rodrigo García Barcha, otro de los hijos de Gabo, reiteró que no se agregó nada que no estuviera en los diversos originales de la novela. Incluso se había comentado que carecía de un final, algo que en su momento desmintió el mismo Cristóbal Pera.
“Cuando García Márquez todavía vivía (Pera) le preguntó por el final, y le contestó que el libro tenía un desenlace; de hecho, lo leyeron juntos. No se hizo un trabajo de edición hasta el punto de añadir frases. Es cierto que estaba un poco disperso en varios originales, pero estaba completo. Lo que ha hecho Pera es recolectar todos los manuscritos para llegar a un original final. Él mismo explicó que su trabajo se ha limitado a corroborar datos. Sólo hizo el trabajo que hace un editor con un escritor”, señaló Rodrigo García.
Entre las diferencias con respecto a sus novelas anteriores, esta obra se aleja de la primera parte de su trayectoria, en donde los dictadores y el aire tropical llenaban sus páginas. En agosto nos vemos se apega más a la realidad actual y, además, incluye un rasgo muy importante: una mujer es la protagonista.
“Hay muy pocos libros de García Márquez en que la mujer sea el personaje principal y que sea, además, una mujer de esta edad y con estas características. Esto también nos convenció de publicarlo, porque no se parece a otros libros suyos… Y es que Gabo se consideraba un feminista por la manera en que conducía su vida”, expuso Gonzalo García.
Finalmente, en la obra también puede apreciarse el lento correr del tiempo y el avance del calendario hacia épocas más actuales. “Es una novela relativamente moderna. Desde luego no es una obra que incluya las últimas innovaciones, pero puede apreciarse en la narración el desarrollo de la tecnología”, concluyó.

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Llega a las librerías de México En agosto nos vemos, la novela inédita del escritor Gabriel García Márquez.

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