La exposición “Ovarios Calvarios”, de Andrea Echeverri brinda un homenaje a las mujeres víctimas de violencia sexual

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: “Ovarios Calvarios”.

En el Museo Claustro de San Agustín, ubicado en la ciudad de Bogotá, Colombia, se encuentra la exposición “Ovarios Calvarios”, de la ceramista y reconocida cantante del grupo Aterciopelados Andrea Echeverri, quien integra a la exposición tres canciones: “Ovarios”, “No se viola” y “Plañidera”.
Dichas canciones acompañan al público a conocer los rostros, tetas, vaginas, lágrimas, espejos y entre otros objetos de cerámica con las que la artista resalta la cultura popular colombiana y realiza un homenaje a las mujeres víctimas de violencia sexual.
Por lo que, la exposición es un acto de sororidad para recordar y abrazar a Jineth, a Rosa Elvira, a Yuliana, a Allison, a Salomé, a Laura, a María Jovita, a Ángela, a Maritza, a Camila, a la manifestante, a la patrullera, a la niña embera y a todas las mujeres que han sido violentadas sexualmente.
“Escribí las canciones y empecé a construir rostros llorando. Plañideras derramando gotas de llanto. Luego vinieron cuerpos, gotas de sangre que fluyen de vulvas con clítoris dorados, gotas de leche que brotan de tetas color tierra. Todo chorrea, derrama, llora.
Las vulvas son espejos, así que te ves como naciendo, y llevan nombres de niñas y mujeres víctimas de violencia sexual. Y los letreros, pedazos de lírica de estas mismas canciones, palabras quemadas al fuego y esmaltadas con rojo brillante, reiterando que «mi cuerpo no es un botín, tu miembro no es un fusil”, comentó Andrea Echeverri.
De acuerdo a datos, Andrea Echeverri es ceramista de profesión, feminista cantante, activista antibélica, ruiseñora, sudamericana rockera. Como cantante y compositora ha trabajado en el ambiente musical desde los 90s y junto con Héctor Buitrago crearon la emblemática banda de rock colombiano Aterciopelados. En su trayectoria musical ha construido una propuesta única y rebelde, que representa la independencia alternativa. Canciones explosivas de pura esencia, de no apariencia, que reflejan a Colombia, la cuentan, lloran luctuosas por ella y se la imaginan mejor.
Aterciopelados construye un lugar femenino, poderoso y estético desde lo lúdico, mágico y creativo. Muchas nominaciones, premios, listados y tres Grammys son un pálido reflejo de 30 años de aventuras y viajes, búsquedas y grandes hallazgos. Cuenta con tres álbumes como solista.
Como ceramista ha participado en la Bienal de Arte de La Habana, Cuba (1994), la Bienal de Arte del MAMBO, Bogotá (1995), exposición individual en el marco de la FIL, en el Centro Cultural Diana en Guadalajara, México (2007), Retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, Colombia (2008). A finales de 2012, una de sus obras fue llevada al Museo de Antioquia para ser parte de un diálogo entre cerámica contemporánea y cerámica precolombina.
Participó en la exposición del Museo Nacional «El barro tiene voz» (2013) y con su exposición Ruiseñora, Fuego y Canto expuso en el Museo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2014), el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga (2015) y la Casa de la Música de la Fundación EPM, Medellín (2016).