Karla Gómez NOTICIAS

A partir del viernes 31 de enero de 2025, las nuevas salas del Museo Nacional de Arte (MUNAL), renovadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), abren al público con una propuesta curatorial que nos transporta al fin del siglo XIX y principios del XX, en un recorrido por las corrientes del Romanticismo, Simbolismo y Decadentismo. Este espacio museográfico, que destaca la influencia de la cultura europea y mexicana de la época, ofrece una visión única sobre el impacto del desapego de los modernistas hacia la realidad inmediata.
La curaduría de las nuevas salas explora el surgimiento de refugios artísticos como respuesta a las tensiones de la modernidad, evocando paisajes exóticos y mundos de fantasía que contrastaba con la realidad que se vivía en la transición de los siglos. Los artistas de este período, influenciados por un sentimiento de nostalgia y desarraigo, se refugiaron en utopías pobladas de belleza y poesía. Estas representaciones artísticas, cargadas de sensibilidad romántico-decadentista, abren una puerta a un universo de emociones, belleza y una visión particular sobre el mundo.
La exhibición está conformada por 16 piezas de artistas icónicos como Germán Gedovius, Ángel Zárraga, Alberto Fuster Beltrán, Manuel Ocaranza, Julio Ruelas, Luis Monroy, Antonio Fabrés, Rodrigo Gutiérrez, Gabriel Guerra, Leandro Izaguirre, y José Guadalupe Montenegro, quienes definieron la estética de la Belle Époque en la escena pictórica de la época. Estas obras capturan no sólo los temas mitológicos tan queridos en el simbolismo, sino también la muerte, el horror, el erotismo, y los complejos sentimientos de un tiempo en el que el Romanticismo comenzaba a declinar para dar paso a las tensiones de la modernidad.
El recorrido por estas salas también se sumerge en los aspectos políticos y sociales que definieron a la sociedad de la época. A través de las pinturas, se nos presenta una crítica al rechazo de los valores burgueses de la época, así como a la búsqueda de una identidad mexicana que, en ese momento histórico, se encontraba entre el final del régimen porfirista y la llegada de las luchas campesinas. Este periodo de gran convulsión social se refleja en las piezas que exponen el choque de valores y la irrupción de nuevas formas de pensar, artísticas y políticas, que plantearon las bases de lo que sería el siglo XX.
Las piezas presentadas, en su mayoría de gran formato, dialogan entre sí, mostrando el giro que vivieron las sociedades del fin de siglo, en las cuales la razón dio paso a la emoción y el racionalismo fue desafiado por las nuevas búsquedas de expresión artística. La mezcla de mundos imaginarios, mitológicos y hasta oscuros evidencia la transición hacia una generación moderna que replanteó las certezas de las épocas anteriores.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: El recorrido por estas salas también se sumerge en los aspectos políticos y sociales que definieron a la sociedad de la época.