Una fiesta que también se convierte en un espacio para la reflexión social
Karla Gómez NOTICIAS

En Ocozocoautla de Espinosa, días antes del miércoles de ceniza, las calles se transforman en un escenario vibrante de colores, música y una mezcla de emociones. Es el Carnaval Zoque Coiteco, una fiesta que no solo celebra la cultura y las tradiciones de la región, sino que también se convierte en un espacio para la reflexión social, donde los ecos de la historia y las problemáticas contemporáneas se entrelazan de manera única.
El domingo, con el sol asomándose tímidamente, la población de Ocozocoautla se reúne frente a la escultura de Mahoma, ubicada en la entrada de «Coita». Este es el punto de partida para el desfile que marcará el comienzo del Carnaval Zoque Coiteco 2025. El desfile, que atraviesa las calles del municipio, es una explosión de tradición, creatividad y símbolos ancestrales que transportan a los participantes a tiempos remotos.

Diversos grupos de cohuinás, es decir, casas de fiesta, llenan las calles con sus danzas, trajes y máscaras que rinden homenaje a las raíces zoques. Entre los personajes más emblemáticos se encuentran el Mahoma, el Tigre, los Monitos y los Caballitos, todos ellos figuras que tienen un significado profundo en la tradición local. Pero es el grupo de los Chores y las Correlonas el que, con su humor y crítica mordaz, destaca entre el bullicio de la festividad. A través de sus actuaciones, abordan cuestiones sociales de relevancia, como la violencia de género, desafiando las normas y sensibilizando a la comunidad sobre la necesidad de un cambio social.

Un elemento fundamental del Carnaval Zoque Coiteco es el talco, un polvo blanco que inunda el aire durante los festejos. Tradicionalmente, el talco se utiliza como un símbolo de purificación y renacimiento, representando la limpieza del cuerpo y del alma. Aunque las espumas comerciales han irrumpido en las festividades modernas, la comunidad de Ocozocoautla prefiere mantener el uso del talco como una forma de honrar la tradición, recordando los orígenes y el profundo significado de este ritual.
Más allá de la algarabía y el derroche de colores, el Carnaval Zoque Coiteco 2025 se configura como un espacio para reflexionar sobre los problemas sociales que atraviesan la comunidad. La ironía y el humor de los Chores y las Correlonas no solo invitan a la diversión, sino que también obligan a los espectadores a cuestionar las injusticias que persisten en la sociedad. De esta manera, el carnaval se convierte en un espejo de la realidad, un recordatorio de que la lucha por una sociedad más justa y equitativa es una tarea constante.

El 4 de marzo, el carnaval vivirá uno de sus momentos más esperados: la «pedida de permiso para el baile de plaza», que dará inicio a las 13:00 horas. Esta actividad es una tradición que simboliza la autorización de los ancestros para que la fiesta se lleve a cabo de manera ordenada y respetuosa. El baile recorrerá distintos puntos del municipio, incluyendo la emblemática iglesia de San Bernabé, un lugar de gran significado cultural y espiritual para la comunidad.
El 5 de marzo, los habitantes de Ocozocoautla celebrarán el Baño de Zapoyol a las 8:00 horas, un ritual purificador que cierra el ciclo del carnaval, seguido de la Visita entre Cohuinás a las 11:00 horas, donde las casas de fiesta se visitan mutuamente para fortalecer los lazos de comunidad.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Un elemento fundamental del Carnaval Zoque Coiteco es el talco, un polvo blanco que inunda el aire durante los festejos.