Un joven maestro artesano ha dedicado su vida a una labor que muchos consideraban extinta

Karla Gómez NOTICIAS

En lo alto de los Altos de Jalisco, un joven maestro artesano ha dedicado su vida a una labor que muchos consideraban extinta: el rescate de las técnicas ancestrales de tejido y teñido de la región. Oscar Armando Vázquez Lomelí, oriundo de Tepatitlán, ha logrado recuperar prácticas que datan de siglos atrás, utilizando tintes naturales como el añil silvestre, la grana cochinilla, las agallas de roble y el palo de tinta. Con su pasión y destreza, Vázquez Lomelí ha emprendido una cruzada por revitalizar el arte textil en peligro de desaparecer.

Desde una temprana edad, el arte de los hilos y las telas capturó la curiosidad de Vázquez Lomelí. Con apenas 14 años, comenzó a aprender técnicas tradicionales como el macramé y los bordados regionales, guiado por el conocimiento de su familia. “Fue mi bisabuela quien me enseñó a hilar con malacate. De ella heredé el amor por los textiles”, recuerda. A partir de ese momento, su interés creció exponencialmente, llevándolo a experimentar con el telar de cintura en 2015 y, posteriormente, con el telar de pedales, herramienta que adquirió de manos del artesano Jesús Arroyo.

Uno de los logros más significativos de su trayectoria ha sido la preservación y difusión de los tintes naturales, un conocimiento transmitido oralmente durante generaciones y que estuvo a punto de perderse. “Pensaba que en mi pueblo ya no quedaba ese saber, pero al investigar y hablar con los mayores, me di cuenta de que muchas plantas consideradas maleza eran esenciales para el teñido, como la jarilla”, explica. Este descubrimiento lo motivó a seguir explorando las posibilidades de la naturaleza y su vínculo con el tejido.

En su búsqueda por innovar dentro de la tradición, Vázquez Lomelí ha logrado trasladar la iconografía familiar, presente durante cinco generaciones en los bordados, al telar. Esto le ha permitido crear nuevas combinaciones de colores y diseños únicos que, aunque distan de lo convencional, aportan una frescura inigualable a la técnica ancestral. “A veces utilizo colores que se me ocurren en el momento. Salen de lo habitual, pero resultan en algo bonito y diferente”, señala el artesano.

Uno de sus proyectos más emblemáticos ha sido la recuperación de la «Cobija prieta», una manta tejida que cayó en desuso a finales de los años 80. Motivado por su curiosidad, Óscar se dedicó a entrevistar a las familias de los antiguos tejedores y a recopilar sus técnicas y relatos. Este esfuerzo culminó en el proyecto «Rescate de la Cobija Prieta», el cual fue beneficiado por el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC). “Pensaba que los tejidos que veía venían de otros lugares, pero después de hablar con los ancianos, supe que aquí también se tejían cobijas y gabanes”, relata.

La labor de Vázquez Lomelí no se limita a la creación de textiles. Como docente, ha compartido su conocimiento con nuevas generaciones. Entre 2016 y 2021, impartió clases en la Casa del Artesano en Tepatitlán y Acatic, enseñando el uso del telar de cintura y colonial. También ha ofrecido talleres en diversos municipios de Jalisco, como Jocotepec, donde el interés fue tal que los alumnos crearon su propia escuela de telar.

Su compromiso con el rescate de las técnicas tradicionales no ha pasado desapercibido. En 2020, fue galardonado con el Premio Especial para Jóvenes en el Concurso Estatal de Artesanías de Jalisco. Un año después, obtuvo el primer lugar en la categoría Textiles con su pieza «Morral Mestizo». Más recientemente, en 2024, fue reconocido con el Galardón Jalisco y Arte Indígena por su obra «Recuerdos color añil», una pieza que destaca por su impecable uso de los tintes naturales y técnicas heredadas de los Altos de Jalisco.

Además de su participación en eventos locales, Vázquez Lomelí ha llevado su arte a nivel nacional, participando en encuentros como el Encuentro Nacional del Sarape en Tlaxcala y la Expo Fibras, Hilados y Tejidos de la Universidad de Guadalajara. Actualmente, desde su Casa Taller Tecuani Arte Textil, continúa creando piezas únicas y formando a nuevos artesanos, asegurando que las técnicas ancestrales que ha rescatado no solo sobrevivan, sino que florezcan en las nuevas generaciones.

Con la vista puesta en el futuro, Vázquez Lomelí se compromete a seguir innovando dentro de la tradición, mientras preserva la riqueza cultural de los textiles de los Altos de Jalisco. “Es importante que las nuevas generaciones conozcan estas técnicas, pero también que encuentren en ellas un espacio para la creatividad y la expresión personal”, concluye.

Así, Oscar Armando Vázquez Lomelí no solo ha logrado rescatar un arte en extinción, sino que ha sembrado las semillas de una renovación textil que conecta lo antiguo con lo moderno, garantizando que el legado de su tierra siga vivo.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Con la vista puesta en el futuro, Vázquez Lomelí se compromete a seguir innovando dentro de la tradición.