El primer mercado público de la ciudad, el cual fue edificado en un terreno rústico, justo a lado de la iglesia de El Calvario

Carlos Sánchez NOTICIAS

En uno de los barrios más antiguos y tradicionales de Tuxtla Gutiérrez, se localiza el centro de abasto más importante para la población capitalina. – Foto. Carlos Sánchez

En uno de los barrios más antiguos y tradicionales de Tuxtla Gutiérrez, se localiza el centro de abasto más importante para la población capitalina, se trata del Mercado Viejo o Rafael Pascacio Gamboa.
Este espacio de comercio local se inauguró el 31 de diciembre de 1942, durante la administración de Rafael Pascasio Gamboa exgobernador del estado, quien años atrás mandó a derribar el edificio antiguo debido a que era insalubre, y mandó a construir uno de acuerdo con las exigencias de la época, el cual sigue vigente hasta el día de hoy.
Este centro de abasto no sólo se distingue por albergar tradiciones y enmarcar la gastronomía de la región con los productos locales que se ofrecen, sino también por ser el primer mercado público de la ciudad, el cual fue edificado en un terreno rústico, justo a lado de la iglesia de El Calvario.
Por este espacio comercial de la capital chiapaneca, han pasado diversas generaciones de comerciantes, pero Antonia Blanco es la única pionera sobreviviente que a pesar de su edad aún acude de manera diaria a su local, pues además de ser una fuente de ingreso, le trae buenos recuerdos a su vida.
Detalla que llegó al mercado desde que era recién nacida, su madre la cargaba en rebozo mientras atendía a sus clientes, al paso de los años Antonia comenzó a amar esta labor, pues ha presenciado cómo las administraciones del mercado como las autoridades locales. han abonado desde su trinchera para mantener vivo este espacio donde converge la cultura, la economía y la tradición.
“Conforme fueron los años, fue viniendo gente, lo fueron agrandando, hasta ahorita que estamos. Mi madre me traía y me ponía en una caja debajo bajo la mesa, ya conforme fui creciendo yo le ayudaba a pasar que si un plato, la bolsa o lo que ella me pidiera”.
Antonia es vecina del barrio San Francisco, localizado al sur de la capital chiapaneca y explica que para llegar a su centro de trabajo no utiliza el transporte público sino que lo hace a pie, el cual le lleva aproximadamente una hora y así seguirá hasta que Dios le preste vida.
Con una jornada laboral de siete horas, Antonia detalla que llega al mercado alrededor de las 10 de la mañana y se retira a las cuatro de la tarde y así seguirá “Si Dios me lo permite un tiempecito que Dios me preste vida cuando yo pueda, ahora cuando yo no pueda ya tampoco vendré”.
Hoy la señora Antonina es conocida por muchos, pues se dedica a la venta de alcancías y se encuentra en los locales 21 y 22 del Mercado Pascacio Gamboa, lo único que pide es que no dejen en el olvido este recinto de gran historia y que provee de alimentos a gran parte de la población de Tuxtla Gutiérrez.
De acuerdo con la administración del mercado, hoy 30 de diciembre las y los locatarios celebrarán con bombo y platillo los primeros 80 años del Mercado Rafael Pascacio Gamboa, un lugar que da muestra del amplio mosaico cultural y gastronómico de Chiapas, pues aquí coinciden todas las personas de distintas clases sociales y profesiones, mientras aportan a la reactivación de la economía local de quienes dependen cientos de familias.